He probado el BMW X4 20d 2018, cuatro razones para comprar y una para pensar

Aqui tienes la prueba del BMW X4 20d 2018, el SUV alemán que se acaba de renovar por completo para tratar de coger ventaja ante una competencia que pronto ser más fuerte cuando llegue el futuro Audi Q4. En esta segunda generación, el BMW X4 redobla su apuesta por la deportividad

1. Motor y rendimiento

Una vez más, el rendimiento del motor es uno de los puntos fuertes de BMW. Y el BMW X4 no es una excepción. Con 190 caballos mueve muy bien un conjunto que pesa 1.815 kilos (demasiados), sobre todo en el modo sport. Porque puedo elegir entre tres configuraciones de respuesta mercancía: Sport, Normal y Eco. En el Sport, desde luego, se nota y mucho y no solo por el cambio del cuadro de relojes o los colores más vivos de iluminación. Se nota una respuesta mucho más directa y solicita al acelerador, incluso a coche cargado. Convence tanto que para mí está es la motorización ideal, no hay falta subir al X4 25d o al 30d.

2. Comportamiento

Con ese modo Sport del que te hablaba antes conectado sobre todo, pero incluso sin él, la pisada deportiva del X4 es una de sus grandes virtudes. La dirección (algo dura) guía perfectamente le tren delantero y transmite sensación de control en todo momento. Tanto que no tienes sensación de ir tan rápido como compruebas al mirar el velocímetro. Esto redunda en un nivel de confort algo inferior al que puedes sentir en un BMW X5, pero está claro que este modelo va dirigido a un público más dinámico.

3. Tecnología

Arsenal de tecnología el que monta este nuevo BMW X4 2018, tanto en aspectos prácticos como en sistema de ayuda a la conducción. Es cierto que algunos son opcionales, pero nadie podría decir que otras marcas ofertan más o que este X4 no luce un panel de instrumentos tan sofisticado como el resto de rivales alemanes premium. Por ser puntilloso solo le pondría dos peros, el control gestual de la pantalla central necesita entrenamiento y las correcciones a la dirección del sistema de alerta al cambio de carril son contundentes.

4. Imagen

Para mí es uno de los aspectos donde más ha ganado. Al primer vistazo te das cuenta de que es un coche de diseño verdaderamente deportivo y no solo por la pronunciada caída coupé de la trasera, tipo BMW X6. El morro impacta con esos riñones protagonistas de la parrilla y algunos detalles como las taloneras parecen propios de un prototipo. Bien por BMW por dar este paso al frente.

5. Precio y espacio

Demasiado justo en las plazas traseras en la cota para las piernas y un precio inicial de 54.200 euros son sus principales tachas. La primera se compensa en parte con la buena cota de altura, pues con 1,85 metros de alto no rozas con el techo y, además, dispone de un generoso maletero de 525 litros con unas formas muy regulares y, por tanto, aprovechables. Sobre el tema del precio, es verdad que viene mejor equipado de serie que otros BMW, pero también lo es que un Audi Q5 de motor similar cuesta 50.350 euros.