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Prueba: BMW X2 xDrive 20d. ¿Merece la pena pagar más que por un X1?

Prueba del BMW X2 xDrive 20d

Se basa en el BMW X1, pero es más caro y menos práctico. ¿Compensa en el día a día? Eso lo vamos a demostrar en esta prueba del BMW X2 xDrive 20d.

Como su hermano, tiene tracción integral y motor transversal, una arquitectura que lo distancia de los BMW X4 y BMW X6. Y es que se basa en la plataforma del BMW X1, lo que incluye una misma batalla de 2,67 metros. Sin embargo, por su carrocería más coupé, es ocho centímetros más corto y siete más bajo. Las proporciones son muy armoniosas y le dan un aspecto imponente, pero como en todo coupé, perjudican la habitabilidad.

VÍDEO: Prueba a fondo del BMW X2

Menos maletero, pero...

El maletero del BMW X2 también lo acusa: cubica entre 470 y 1.335 litros, frente a los 505 y 1.550 del X1. Eso sí: aunque su habitáculo se un poco más pequeño, es un auténtico cuatro plazas. Delante, incluso adultos de talla generosa irán desahogados. Y en las plazas traseras, el espacio para las rodillas es más que correcto.

Para la cabeza es otra cosa: en la segunda fila notarás más estrecheces. Aunque su precio de partida es elevado, deberás añadir unos cuantos extras si quieres tener un coche a la altura de lo que pagas. Como el asistente de aparcamiento por pitidos con sensores en los paragolpes, especialmente útil, porque aunque tenga medidas compactas, no es tan fácil de aparcar. Por un lado, tiene un radio de giro amplio de 11,5 metro, y por otro, la visibilidad trasera es algo escasa por su pequeña luna y su abundancia de chapa en este sector.

Disfrute al volante

Prueba del BMW X2 xDrive 20d
Sven Krieger / AUTO BILD

Pero una vez te pones en marcha, las desventajas respecto al X1 se olvidan rápido. Para empezar vas sentado 35 mm más cerca del asfalto, aunque siempre un poco más elevado que en un turismo normal. Eso te da algo más de visibilidad y relajación en la postura. Hay que decir que nuestra unidad de pruebas lleva el chasis deportivo. Y eso significa que es aún menos confortable que el normal, que de por sí no es un prodigio de suavidad.

De modo que sobre irregularidades golpea algo nervioso, pero este chasis está concebido para quienes priorizan el dinamismo por encima de todo lo demás. Y es que este X2 reacciona con suma precisión en los giros, tiene una dirección inmediata pero que nunca llega a ser nerviosa, y en los giros, aunque entres muy decidido, aporta siempre una sensación de que tienes buenas reservas de seguridad. Solo cuando entras muy fuerte en curvas estrechas o serpentinas reacciona con la tendencia subviradora de un tracción delantera con motor transversal.

No es el más cómodo para viajar

Y en largas etapas por autovía, el chasis deportivo se te antojará del todo innecesario: y es que cuando ruedas a mucha velocidad la línea recta se ve alterada al mínimo surco del asfalto, por lo que requiere una concentración extra. A su favor, hay que decir que la rumorosidad interior es realmente baja, y apenas llegan ruidos aerodinámicos. El dos litros diésel, además, está muy bien aislado. Solo te llega un leve murmullo de fondo. Solo pasa a un primer plano cuando pisas el acelerador con ganas.

Prueba del BMW X2 xDrive 20d
Sven Krieger / AUTO BILD

El consumo es otro de sus puntos fuertes: con una conducción alegre, hemos medido, de media, 6,5 litros a los 100 kilómetros. Y con una velocidad máxima de 100 km/h lo hemos mantenido por debajo de los cinco. Su tanque de 61 litros, además, te permite circular 1.000 kilómetros sin repostar. Pero este motor no es solo ahorrador, sino que con sus 190 CV, resulta realmente enérgico, y muy espontáneo al pedal del gas.

Una transmisión de 10

El variador automático de ocho velocidades es de Aisin, la firma japonesa, y la gente de BMW lo ha adaptado muy bien al carácter de este coche, de modo inserta con rapidez y no echarás en falta una caja manual. La tracción integral emplea un embrague de varillas que reparte las fuerza entre los dos ejes de forma automática, dando prioridad al delantero.

Y lo cierto es que transmite mucha confianza sobre piso deslizante o ante repentinas pendientes pronunciadas. Mantiene con vehemencia el agarre con el suelo. Y lo cierto es que permitiría salirse por pistas perfectamente, aunque en el X2 no lo tendrás tan fácil como en el X1: tiene menos distancia respecto al suelo, especialmente con este chasis deportivo.

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Valoración

Nota8

Probamos la variante diésel del BMW X2. Tiene unas cualidades deportivas innegables, aunque pierde algo de practicidad respecto al X1, su hermano.

Lo mejor

Diseño, comportamiento deportivo, respuesta del motor, consumo.

Lo peor

Le falta algo de confort y espacio, precio de partida y extras elevado.

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