Prueba BMW 330e, así va el híbrido enchufable de la Serie 3

Hacer un híbrido es fácil, algunas marcas lo llevan haciendo 20 años. Lo difícil es hacer un híbrido que emocione al volante, que huya de ese tacto 'artificial' que destilan muchos coches con hibridación.. Ese es el gran reto para BMW y la gran pregunta que me dispongo a descubrir en esta prueba del BMW 330e. Estoy a los mandos del Serie 3 híbrido enchufable, está arrancado y no suena ni vibra nada. Palanca en posición D y... ¡arrancamos!

A través del arranque por botón se activa el conjunto mecánico que anima al Serie 3 híbrido enchufable. Te hablo del motor Twin Turbo de cuatro cilindros, un dos litros de 184 caballos que se apoya en un eléctrico de 83 KW (113 CV). Juntos desarrollan una potencia conjunta de 292 caballos y un par motor máximo de 420 Nm, fuerza que se gestiona a través de un cambio automático. 

Lo que recorre en eléctrico

¿Cuántos kilómetros puedes recorrer en modo puramente eléctrico? Esa es la gran pregunta y si en la teoría BMW asegura que puede llegar a 59 kilómetros, durante mi prueba (en plena ola de calor y con conducción normal) me ha costado superar los 30 kilómetros. Lo bueno es que la batería de ion-litio se recarga en fases de frenado y que la carga del 80 por ciento de ella solo implica dos horas. Es decir, si trabajas en una gran ciudad a diario podrás usar al máximo el modo eléctrico.

Porque este BMW 330e 2020 dispone de tres modos de conducción: eléctrico, híbrido o sport. Yo te aconsejo el segundo, pues reúne lo mejor de los otros dos. Apoyo eléctrico en fases de arrancada o aceleración y control del consumo. Si te quieres dar una alegría, adelante con el sport, entonces las luces del cuadro de mandos cambian a rojo, el sonido se vuelve más deportivo y las respuesta prestacional del bloque es abrumadora.

Aquí por momentos pensarás que estás a los mandos de un M3, no por un comportamiento tan seco, pero sí por su poder de aceleración: apunta en solo 5,9 segundos pasa de 0 a 100 km/h y es capaz de alcanzar los 230 km/h de velocidad punta. El carácter de gran BMW sale a relucir entonces, su excelente chasis digiere sin problemas los casi 300 caballos y la dirección es sumamente precisa. En tramos muy ratoneros, eso sí, la trasera se insinúa y aporta un plus de diversión extra.

De todas formas, esta berlina está más pensada para la familia y por eso la suspensión no es ninguna tabla. No llega a ser tan confortable como un Mercedes, pero para mí es más equilibrada. Detrás, eso sí, las plazas traseras podrían tener algo más de espacio para las piernas y el maletero de esta versión con cargador eléctrico se queda en 370 litros.

Ahora toquemos el bolsillo

¿Y del consumo? ¿Cuál es la realidad? Pues en los híbridos enchufables, el 'truco' está en restar los kilómetros de autonomía eléctrica a la media sobre 100 y por esos salen cifras oficiales tan bajas como los 1,9 l/100 km que homologa este 330e. La realidad es que durante una prueba normal, funcionando en modo híbrido se queda en 6,9 l/100 km, una cifra sensacional para su potencia y nivel prestacional. Y que se puede asumir cuando pagas 53.700 euros por un coche. Sus rivales, como el Mercedes C350e piden una tarifa prácticamente idéntica.