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Prueba del BMW M2 CS: una salvajada en pequeño formato

BMW corona la serie M2 con el modelo CS y lo somete a una dieta estricta con mucho carbono.

¿El resultado? Espectacular. Ya nos hemos puesto al volante, y te traemos, recién salida del horno,  nuestra prueba del BMW M2 CS.

El BMW adelgaza nada menos que 40 kilos con el difusor, el capó y el techo hechos de este liviano material compuesto, que al mismo tiempo le aporta una sensación de solidez impresionante.

Y es que, además, reduce el centro de gravedad y garantiza una mayor rigidez del cuerpo. En la proa, el motor con doble turbo de seis cilindros en línea rinde en este BMW M2 CS unos salvajes 450 CV y ​​550 Nm de par máximo. 

Mucho fuego

Las enormes entradas de aire del faldón lo dejan claro, sin palabras: el peque quiere juerga
Las enormes entradas de aire del faldón lo dejan claro, sin palabras: el peque quiere juerga

BMW Group

Con semejante bloque para un cuerpo tan magro, el BMW M2 CS acelera de 0 a 100 km/h en unos escasos cuatro segundos, y no para hasta culminar los 280 km/h (siempre que vayas por el carril izquierdo de una autovía alemana sin límite de velocidad, claro está).

Nosotros lo hemos probado en circuito, de modo que hemos podido exprimir al máximo a este pequeñín. Al frenar en una curva, el Serie 2 se mantiene estable a pesar de la distancia entre ejes relativamente corta de 2,69 metros, y luego baila ligeramente marcando siempre la trayectoria  ideal, aunque no transmite la calma de un BMW M4. El BMW M2 CS no quiere eso en absoluto. Quiere que te suden los nudillos. 

Pide guerra

Las rectas son algo secundario: quiere que lo lances a la siguiente curva una y otra vez
Las rectas son algo secundario: quiere que lo lances a la siguiente curva una y otra vez

BMW Group

Y es que su pedal derecho parece insaciable, y el coupé te pide que lo lances una y otra vez hasta la siguiente curva. Su dirección, sumamente precisa, ayuda a guiarlo a velocidades de pasmo, y este coche hipersensible reconoce cada mínimo movimiento del acelerador y responde siempre con una reacción. 

Cambiar (a mano) es un placer

La transmisión manual de seis velocidades, que opcionalmente reemplaza al DKG de siete velocidades, proporciona un placer adicional.

Por los escapes se escucha justo la serenata con la que sueñas este verano
Por los escapes se escucha justo la serenata con la que sueñas este verano

BMW Group

Y si lo que quieres es exprimir hasta la última milésima porción del M2 CS, marca con una equis los neumáticos Cup en la lista de opciones. 

Por cierto, el chasis adaptable garantiza una cierta idoneidad para el uso diario, pero no debes esperar viajes relajados de larga distancia. Para eso hay otras berlinas mucho más adecuadas dentro de la gama de BMW. Y, en muchos casos, más baratas: por este M2 CS debes poner unos 95.000 euros encima de la mesa… Para empezar a hablar. 

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