Prueba del Audi S5 TDI: ¡Sí, diésel!

No corren buenos tiempos para el diésel. Demonizado por algunas administraciones, fabricantes y cuñados, los motores de gasoleo han sido estigmatizados, a pesar de que hoy en día pueden ser igual de limpios o más que los de gasolina. Y te preguntarás… ¿Y este qué me cuenta éste loco del diésel si yo lo que quiero es leer la prueba del Audi S5 TDI? Amigo, agárrate fuerte a lo primero que tengas a mano, no si es algo que con la presión pueda explotar, porque quizás notes un toque punzante en el lado izquierdo del pecho cuanto te diga lo siguiente: este nuevo S5 es diésel. ¡Ah, y con etiqueta ECO de la DGT en el parabrisas!

No, no es una mala pesadilla. Esto es tan real como que a los Borbones les encantan las mujeres o como que el S4, S6, S7 y SQ5 también se apellidan TDI. Pero, tranquilo, no sudes, porque esta nueva configuración tiene una serie de ventajas que te iré desgranando para convencerte de que este nuevo S5 es una muy buena alternativa.

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Pero primero déjame que sea claro y directo contigo, como siempre lo soy: mejor este bloque que nada. Porque la normativa europea ahoga a los fabricantes, que comienzan a prescindir de sus motorizaciones más altas por el tema de las emisiones. Audi se ha sacado de la chistera un V6 TDI de 3,0 litros con un compresor eléctrico EPC y tecnología Mild Hybrid. Esto significa mayor fuerza y menos consumo. El EPC entrega una potencia de hasta 7 kW y ayuda al turbocompresor al iniciar la marcha, al acelerar desde bajas revoluciones, a reducir el lag y en los cambios de carga, todo ello con un pequeño motor eléctrico que se encarga de acelerar la turbina. Todo este sistema funciona gracias al equipo de hibridación ligera de 48 voltios compuesto por un alternador (BAS), que hace las veces de motor de arranque, conectado al cigüeñal mediante una correa en V, y a una batería de iones de litio de 10 Ah de capacidad, que se encuentra alojada bajo el piso del maletero. Según Audi, esta tecnología puede suponer un ahorro de hasta 0,4 l/100 km. Primera ventaja.

La segunda, como te comentaba anteriormente, es poder lucir la etiqueta ECO de la DGT, por lo que está exento de pagar el impuesto de matriculación, puede circular por zonas restringidas y en protocolos por alta contaminación, tiene descuentos en algunos peajes y aparcamientos con horario regulado, y le está permitido circular por el carril BUS-VAO, independientemente del número de pasajeros. 

Otro beneficio es el menor consumo y, por tanto, la mayor autonomía que te da un motor diésel. Con él puedes hacer largos viajes sin tener que parar a repostar y sin que el cuadro de instrumentos arroje una cifra de consumo instantáneo que haga llevarte las manos a la cabeza, sin contar los céntimos de diferencia que existe en el precio entre los dos carburantes.

Pero a mí la que más me atrae de este nuevo Audi S5 TDI que estoy probando es su mayor empuje. Sí, porque este V6 diésel brinda un par máximo de 700 Nm entre las 2.500 y las 3.100 rpm, por los 500 a 1.370 y hasta las 4.500 vueltas del gasolina. Por tanto, esa patada es aún más intensa. Asimismo, cabe señalar que la entrega de potencia, aunque es menor -354 frente a 347 CV-, la realiza mucho antes: entre las 5.400 y las 6.400 rpm en el TFSI frente a las 3.850 rpm del TDI.

Audi e-tron GT Concept

Y es que si no te aclaro todo esto, viendo su imagen, no habrías sido consciente -por lo menos a mí sí me pasaría desapercibido- de ese cambio de calado. Porque equipa unos paragolpes deportivos con amplias tomas de refrigeración con aditamentos en gris mate, unas carcasas de los retrovisores en este mismo color -típico de los modelos S-, unas enormes llantas Audi Sport de aluminio fundido de 20 pulgadas con diseño de estrella de cinco radios en V (2.300 euros), un difusor trasero y cuatro tubos de escape, dos a cada lado. Tampoco le falta educación, porque cuando abres o cierras, un juego de luces LED-Matrix me saluda (con tecnología láser cuestan 1.105 euros).

Otra cosa es cuando enciendes su motor, que el traqueteo típico del diésel le delata. Pero lo bueno es que rápidamente se desvanece como por arte de magia cuando pasa de las 1.800, 1.900 rpm, momento cuando comienza a sonar la bonita melodía de un motor de seis cilindros en V, que culmina a muy altas vueltas con el silbido de la turbina del turbo, algo que, llámame desequilibrado, me pone.

Todo se lleva mejor desde un puesto de mandos donde la tecnología, el diseño, los excelentes materiales y los muy buenos ajustes predominan. Pocos elementos se escapan a estar tapizados por cuero, ya sea con y sin perforaciones, o por Alcantara. Ese despliegue de buen gusto se ve bien maridado por la pantalla del sistema de infoentretenimiento y por el Digital virtual cockpit, que es totalmente configurable y que aumenta con creces la buena calidad percibida que desprende el interior.  

Comienzo al prueba del Audi S5 TDI. Pulso el botón de encendido y los asientos se hinchan, sujetándome como si realmente me apreciasen. Ese sentimiento es mutuo, porque además de su diseño deportivo, cumplen con la función de agarrar el cuerpo en los virajes.

Audi ha creado un coche perfectamente válido para uso diario gracias a los diferentes modos de conducción, con los que tranquilamente se puede circular con una media de 6,5 l/100 km. Además, la suspensión neumática absorbe realmente bien las irregularidades de la calzada. Es cómodo… hasta que entra en funcionamiento el perfil Dynamic, donde la amortiguación se tensa y el motor se encabrita… pero todavía, aún así, ofrece un comportamiento cómodo para tratarse de un deportivo -para eso existe el Audi RS 5-, eso sí, sin balancear la carrocería en exceso. A pesar de ello tiene un muy buen comportamiento, poniendo su granito de arena la dirección electromecánica con asistencia dependiendo de la velocidad, que es bastante informativa. 

Conclusión tras la prueba Audi S5 TDI

Es un deportivo muy equilibrado porque vale para el día a día, pero también para darte alegrías puntuales en forma de puerto de montaña. Además, permite viajar cómodamente gracias a su suspensión, espacio, tanto de carga como para los cuatro pasajeros; y sobre todo a su contenido consumo. La pega son esos 79.950 euros que cuesta...

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