Prueba Alfa Romeo Stelvio 2020, mejor conectividad y conducción autónoma de nivel 2

Aquí tienes la prueba Alfa Romeo Stelvio 2020, una actualización que ataca directamente al interior, el equipamiento y los asistentes a la conducción, dejando invariable el exterior (no lo podrás diferenciar a simple vista). Una vez que te sientas en el lugar del conductor del nuevo Alfa Stelvio, te das cuentas del trabajo de los responsables italianos.

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Vas a encontrar numerosos cambios en el interior de este Alfa, empezando con la nueva pantalla de 17,8 cm en el corazón del cuadro de instrumentos (que por lo demás sigue siendo analógico), pero sobre todo otro display más grande en el salpicadero: 22,3 cm que adopta un diseño completamente nuevo con gráficos nunca vistos antes. La novedad más sorprendente es que la interfaz funciona a modo de 'widget', esto es, es totalmente personalizable, lo que significa que cada conductor puede crear su propia (llamémosle) página de inicio, con las principales funciones del vehículo que quiera. 

Del lado más práctico, ahora existen varios compartimentos portaobjetos que son más grandes y accesibles, así como un cargador inalámbrico para móviles que antes no existía. La palanca de cambios también ha recibido un rediseño, con un revestimiento de piel e indicadores luminosos. Debajo de esta se ubica un mando giratorio que controla el infoentretenimiento y que también aumenta de calidad, con una mayor precisión y solidez cada vez que se toca. No llega al extremo de las marcas alemanas, pero la realidad es que sí que se nota mejor tacto.

Stelvio 2020: conducción autónoma de nivel 2

Por su parte, el volante también se ha rediseñado para integrar las funciones de la conducción autónoma. ¡Sí! Has leído bien: el Alfa Romeo Stelvio 2020 marca el debut en la conducción automatizada de nivel dos para hacer de la conducción un empleo más fácil. Así, el conductor puede dejar que el vehículo controle el acelerador, el freno y la dirección en condiciones específicas, aunque todas esas funciones requieren una monitorización continua por parte del conductor

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Nuevo Alfa Stelvio 2020: reorganización de la gama

Alfa ha querido echar un vistazo a su historia y hacer renacer la nomenclatura del pasado. Por eso, como acceso se encuentra el nivel de acabado Super, y desde ahí regresa a la versión Ti, que lleva las iniciales históricas de “Turismo Internazionale”, un nombre que siempre denota los modelos más equipados, o hacia la deportividad con los niveles de acabado Sprint y Veloce.

Los motores del Alfa Romeo Stelvio

Se puede elegir entre dos motorizaciones con cambio automático: 2.0 gasolina que desarrolla 200 CV con tracción total y 2.2 turbodiésel de 160 CV y tracción trasera. El Ti se equipa con motores de gasolina 2.0 de 280 CV y motores diésel de 210 CV, al igual que el Veloce quepresenta nuevos detalles exclusivos en color de la carrocería, incluyendo la banda inferior del guardabarros trasero, los pasos de ruedas y los faldones laterales. En el interior, cabe destacar los asientos deportivos de piel calefactados con ajuste eléctrico de 6 posiciones y detalles de aluminio.

Mopar: Para Stelvio, las llantas de aleación grises de 50,8 cm (20") con cuatro radios y gama de color especial, parrilla delantera, carcasas de los retrovisores y difusor trasero en acabado Matt Miron. La oferta se completa con percheros que se fijan al reposacabezas y carcasas específicas para las llaves de color gris y azul.

Impresiones de conducción del nuevo Stelvio

Pulso el botón de arranque que está situado en el volante (como en los coches deportivos). Nada más empezar, te das cuenta de que la suspensión filtra muy bien las irregularidades de la carretera, de que es coche cómodo. La dirección es, quizá, demasiado asistida y filtra demasiada información de lo que pasa debajo de las ruedas delanteras, pero nadie podrá negar que no es rápida, porque para ser un SUV, lo es.

Pongo el sistema de modos de conducción DNA en modo deportivo. Ahora el volante ofrece más resistencia, sí, pero sigo echando en falta algo más. Afronto un tramo de curvas. El chasis me va a demostrar de la pasta de la que está hecho. El motor diésel más potente que llevo bajo el capó se muestra siempre voluntarioso, siempre ofrecido a dar lo mejor de sí mismo. Tiene mucho par a bajas vueltas y eso lo hace especialmente útil al acelerar al salir de las curvas en marchas largas. 

Enlazo curvas con una facilidad pasmosa y casi se me olvida que en el fondo llevo un SUV. Milagros de los ingenieros italianos que ha sabido dar a este enorme SUV familiar un toque muy dinámico, el ADN de la marca italiana. Hay muy pocos SUV que ofrezcan una conducción tan deportiva como este Stelvio.