Prueba Alfa Romeo Giulia 2.0 Turbo Competizione: llevado al extremo
El acabado Competizione le da un toque extra de distinción al Alfa Romeo Giulia. Lo hemos probado junto con el motor 2.0 litros turbo de 280 CV. ¡Que combinación! Te contamos todo lo que nos ha parecido esta berlina italiana y nuestras impresiones de conducción.
Hay algo en los Alfa Romeo que los hace diferentes al resto: es ese tacto deportivo y una estética entre lo clásico y lo moderno.
Todo ello está presente en el Alfa Romeo Giulia, una berlina que acaban de renovar, pese a que la tendencia del mercado es alejarse de este segmento en claro retroceso por el empuje de los SUV. Lo pruebo aquí en combinación con el acabado Competizione, cuyo nombre es ya toda una declaración de intenciones.
Prueba Alfa Romeo Giulia 2.0 Turbo Competizione
Esta variante de corte más deportivo se caracteriza por montar unos grupos ópticos renovados, que siguen la línea de diseño marcada por el Alfa Romeo Tonale. Los faros son Full LED matriciales e incorporan intermitentes dinámicos, mientras que los pilotos traseros tienen tulipas ahumadas. Además, exclusivo de esta versión es el nuevo color gris Moon Light Mate y las llantas de 19 pulgadas.
Al pasar al interior me encuentro materiales y ajustes de mucha calidad, así como bordados hechos con mimo, incluyendo la tapicería de cuero negro con costuras rojas y el logotipo de la marca y de este acabado bordados en los reposacabezas de los asientos. También tiene un maletero de 480 litros con una boca de carga elevada y con poca altura.
En el lado tecnológico, destaco el cuadro de instrumentos digital personalizable de 12,3" con tres diseños diferentes y detalles curiosos como la numeración de los relojes inclinada, como en los coches clásicos de Alfa Romeo.
Por su parte, la pantalla principal del sistema multimedia es táctil de 8,8 pulgadas, un display pequeño en comparación a lo que ofrece la competencia. En este sentido, debo decir que se agradece mucho la actualización del cuadro de mandos, pero el monitor principal me resulta pequeño si lo comparo con sus rivales directos.
Además, los grafismos que utiliza parecen anticuados y el sistema de manejo no es demasiado intuitivo. En el lado bueno, debo decir que está equipado con Apple CarPlay y Android Auto de forma inalámbrica y que tiene actualizaciones OTA (Over the air).
El acabado Competizione se ofrece en toda la gama mecánica disponible en el Giulia, que está formada por dos motores diésel JTD de 160 y 210 CV con tracción integral y el gasolina de 280 CV y 400 Nm que he conducido en esta prueba.
El motor es un cuatro cilindros en línea turbo de 2,0 litros que me encanta por su gran empuje y por lo bien que trabaja junto con el cambio automático de ocho velocidades, un sistema electrónico, sin unión mecánica con el motor (shift by wire), que funciona de maravilla y que te invita a jugar con las levas de aluminio del volante sin parar.
El Alfa Romeo Giulia 2.0 Turbo Competizione pasa de 0 a 100 km/h en 5,2 segundos y homologa un consumo medio de 8,0 l/100 km, aunque en la prueba el consumo real ha sido de 8,9 litros.
Destaca por encima de la mayoría de sus rivales en el apartado dinámico, algo a lo que contribuye la tracción Q4 a las cuatro ruedas y el sistema de suspensión controlada electronicamente Alfa Active, que mejora notablemente la maniobrabilidad.
También me ha gustado mucho el tacto duro de los frenos, muy de coche de carreras, con mordiente. Y no me olvido de la dirección, precisa y directa, justo como cabe esperar de un Alfa. El precio de esta versión es de 67.600 euros.
Valoración
La verdad es que este Giulia Competizione te enamora al verlo y, sobre todo, al conducirlo. La berlina italiana ha mejorado en el apartado tecnológico y eso es de agradecer. Pero no se puede negar que es caro, porque cuesta más que el Clase C 35 AMG. Eso, quizás es demasiado.
Lo mejor
Diseño, prestaciones y comportamiento dinámico.
Lo peor
Boca de carga del maletero y tamaño de la pantalla multimedia.
Etiquetas: Berlinas
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