Toyota C-HR: puntos fuertes y alguno débil de cara a una posible compra

Es un coche superventas desde el primer momento en que vio la luz, pero a Toyota le gusta que pongamos la marca de coches a la que pertenece antes del nombre para que la gente conecte enseguida con sus valores en cuanto lea algo sobre esto modelo. ¿Y tú? ¿Conoces el Toyota CH-R? Estos son sus puntos fuertes -y alguno débil- de cara a una posible compra.

Pues sí, es curioso cómo algunos responsables de marketing se estrujan la sesera para transmitir de un golpe de vista aquellas cualidades que, con tanto esfuerzo, el resto del equipo ha plasmado en un producto concreto. Nunca es un trabajo fácil, desde luego, pero hay sectores como el del automóvil en los que debe de resultar especialmente complicado. 

En él, la competencia es especialmente dura y lo normal es que algunos sigan confundiendo el origen de una firma automovilística con solera y reconocido prestigio como Toyota. Por no hablar de la gama que más se podría ajustar a sus gustos y necesidades, incluso mostrando interés para estar al día. 

Por esto mismo, aunque parezca algo secundario, uno de los puntos débiles del Toyota C-HR es, precisamente, su nombre, que es de todo menos intuitivo y fácil de recordar, tanto en la memoria como a la hora de escribirlo. Y esto le resta fuerza a un vehículo que, por casi todo lo demás, resulta muy pero que muy interesante. 

El C-HR (perdón, el Toyota C-HR) es un compacto con formas SUV cuyo aspecto 'ninja' u odias o te enamora. Y visto lo visto, después de haber vendido más de medio millón unidades en Europa desde 2016, parece que este 'look' sigue de lo más fresco y vigente, máxime después de el lavado de cara experimentado en 2020. ¡Así que ya nadie duda de que hay muchos más del primer grupo!

Pero hay más: si ya era interesante acercarse a un concesionario real o virtual para saber un poco más sobre este coche híbrido (o dicho de otra manera, Hybrid Electric Vehicle -HEV-) de etiqueta Eco -que seguro que es un argumento cada vez más poderoso de cara a una posible adquisición-, desde hace dos años se ofrece con elementos y mejoras que lo pueden hacer todavía más apetecible. 

Por ejemplo, la versión 125H de 122 CV combinados viene ahora acompañada de la 180H, de 184 CV totales, desarrollados por un motor eléctrico que apoya a otro térmico, de cuatro cilindros en línea y 1.987 cc. Asimismo, el interior continúa resultando moderno y funcional, con un puesto de conducción de lo más agradable, desde el que se controlan nuevas 'aportaciones' para gustar. 

Por ejemplo, el avisador acústico exterior para advertir de la presencia del vehículo cuando se transita a baja velocidad, el sistema de mantenimiento de carril que trabaja en coordinación con el control de crucero, la radio digital DAB (compatible con Apple Car Play y Android Auto), pantalla de 8 pulgadas y mensajes y recomendaciones para una conducción más económica y ecológica.  

Así, el comportamiento en general de este todocamino de tracción delantera -que parte de los 28.600 euros- es bastante bueno y brilla de manera especialmente llamativa en la ciudad y alrededores, porque es donde tiene más sentido -y es más ahorradora- su mecánica híbrida así como la forma de funcionar que tiene.

 Sin embargo, es cierto que su suavidad, su bajo o inexistente ruido y las excelentes sensaciones de conducción que transmite en las 'batallas' urbanas de todos los días penalizan cuando sales a carreteras de montaña o autopistas y le exiges demasiado, porque el cambio automático por variador continuo CVT acaba resultando lento y ruidoso. No obstante, sus consumos son ajustados.

Por último, acabamos este repaso al Toyota C-HR respecto a sus puntos fuertes -y alguno débil- de cara a una posible compra con el tema de la habitabilidad, que no es su mejor baza. Debido a sus formas coupés, las tres plazas posteriores son más bien reducidas (sobre todo, en altura) y el maletero sólo cubica 377 y 358 litros, en las versiones 125H y 180H, respectivamente.