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Skoda Octavia Scout de segunda mano: ¿Hasta qué punto merece la pena?

Vamos a analizar el Skoda Octavia Scout de segunda mano, un coche que ha pasado largo tiempo en la redacción de AUTOBILD.ES. Era 2016 y por entonces sometimos al familiar checo con tracción total a una prueba de larga duración. Un Test de los 100.000 km en el que no registró problemas serios. 

En todo ese tiempo, el Skoda Octavia Scout que usamos siempre se mostró como un Golf mejorado: cómodo, rápido, con la operatividad del sistema de infoentretenimiento bien pensada y, dadas sus dimensiones compactas (mide menos de 4,70 m), especialmente bien dotado en su oferta de espacio interior.

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No es menos cierto que tiene que gustarte una apariencia modesta y un estilo generalmente bastante tranquilo como es el del Octavia Scout. "Es como un buen amigo, en el que puedes confiar, pero con el que no querrías tener sexo". Así es como su anterior propietaria definía, sin tapujos, el carácter de este Skoda blanco con llantas de acero negras, que ya es...


Esta unidad de Skoda Scout de segunda mano tiene tracción a las cuatro ruedas (que es de serie en el Scout), dos años de antigüedad y fue importada desde Suecia. De ahí que cuente con calefacción estacionaria, algo inusual por nuestras latitudes. Su primera dueña casi logró completar su propio test de larga duración en apenas 25 meses. Después más de 96.000 kilómetros, prácticamente tampoco sufrió problemas reseñables con su Octavia y mucho menos una avería.

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Y eso que el Skoda Scout no se libró de hacer muchos viajes por vías sin pavimentar y con baches. Durante nuestra prueba de conducción, rememoramos impresiones del Octavia Scout que tuvimos durante meses en la redacción. Con sus 150 CV, no era menos capaz que la versión de 184 CV del motor 2.0 TDI (EA 288) que monta el Scout de segunda mano que estamos probando ahora. 

Hay dos razones para ello. Por un lado, la potencia real de los motores de 150 CV a menudo está por encima de la especificación de fábrica. Por otro lado, con tracción total el Scout pesa alrededor de 150 kg más que el Octavia. Además, su carrocería elevada es menos aerodinámica, lo que aumenta notablemente el consumo. Por todo ello, este Octavia campero consume un litro más de diésel de media.

Aptitudes off-road y problemas en el Skoda Scout

La transmisión automática de doble embrague da molestos tirones. El aceite y los filtros del DSG se cambian cada 60.000 km (esto cuesta 300 euros)
La transmisión automática de doble embrague da molestos tirones. El aceite y los filtros del DSG se cambian cada 60.000 km (esto cuesta 300 euros)AUTO BILD


Con respecto a las aptitudes off-road del Skoda Scout, los posibles compradores deben considerar que es casi siete centímetros más alto que un Octavia normal. En cualquier caso, la ganancia efectiva en la distancia libre al suelo es de solo tres centímetros. Por tanto, hay que ser cuidadoso a la hora de salir de las carreteras pavimentadas, porque los bajos del Scout solo están protegidos con refuerzos de plástico. 

Esto es más que suficiente para la gran mayoría de sus potenciales compradores del Skoda Octavia Scout de ocasión, que no harán un uso todocamino extremo. Como en el Octavia del test de larga duración, este lleva asociada al motor una transmisión de doble embrague de seis velocidades. 

En este sentido hay que destacar que en las unidades posteriores al lavado de cara, el DSG funciona de manera más suave, especialmente, al arrancar rápido en un semáforo y de cara a los adelantamientos. Eso sí, cada 60.000 km de uso, al Octavia Scout hay que realizarle la revisión a esta transmisión bañada en aceite. 

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Y esa tarea de mantenimiento del Scout no hay que dejarla pasar nunca, ya que los alrededor de 300 euros que cuesta este trabajo son una buena inversión de cara a asegurar la durabilidad del cambio automático. Hay otros puntos a tener en cuenta en el Octavia III. Y no nos referimos al frontal modificado, que a su vez recuerda al modelo previo al lavado de cara del Mercedes Clase E, con sus faros dobles rectangulares. 

Eso es cuestión de gustos, pero la suspensión también ha funcionado mucho mejor después del lavado de cara. Especialmente, si el propietario anterior invirtió en los amortiguadores adaptativos. Pero incluso sin el DCC, el Octavia Scout tras unos años de uso consigue absorber los baches de una manera mucho más eficiente desde 2016.

Tecnología a bordo del Skoda Scout

Tras el lavado de cara de 2017, el sistema de infoentretenimiento es más rápido
Tras el lavado de cara de 2017, el sistema de infoentretenimiento es más rápidoAUTO BILD

Vale la pena mencionar el buen sistema de infoentretenimiento, que mantiene prácticamente todo lo que ya llevaba el modelo pre-facelift. También que uno de los pocos puntos débiles del Skoda Octavia Scout es el botón de arranque, que sustituyó al bombín de encendido tradicional. En la prueba de larga duración, y tras un uso continuado, empezó a fallar, por lo que había que ejercer más presión para que el Octavia arrancara. 

Algo parecido volvimos a comprobar durante la prueba de resistencia del Skoda Kodiaq, donde el botón de arranque terminó respondiendo solo tras la quinta presión, lo cual inquieta mucho. Un empleado del servicio técnico explicó "alguna pieza se debe romper ahí dentro". Sustituir el botón de arranque del Skoda cuesta alrededor de 40 euros, la operación se realiza en 20 minutos, y en el peor de los casos simplemente no te deja arrancar el Skoda

Además, esto no te va a  ocurrir de la noche a la mañana, pues es uno de esos fallos se van anunciando antes de que la avería sea completa. Si dejamos a un lado esta pequeña mancha, el Octavia Scout es un coche usado muy sincero y completo. Como usado, es una buena opción siempre que, estés buscando alguien como él. 

Resultados a la larga del Skoda Octavia Scout

El Octavia III ha pasado a mejor vida. Tras el 'facelift', usó un frontal de cuatro ojos
El Octavia III ha pasado a mejor vida. Tras el 'facelift', usó un frontal de cuatro ojosAUTO BILD

En la prueba de larga duración del Skoda Octavia, un TDI de 150 CV fue nuestro compañero de viaje durante más de 100.000 km. Esa unidad superó la prueba de forma soberbia. Eso sí, el botón de arranque tuvo que ser reemplazado y tres amortiguadores fueron ligeramente engrasados tras el desmontaje, pues parecía que el Octavia tuviera un chasis de madera. 

Por otro lado, el cambio DSG del Skoda Scout resultaba molesto. Tras el lavado de cara, el chasis ajustable DCC ha estado disponible, lo que ha hecho que el compacto checo ruede más cómodamente. Sin embargo, la suspensión adaptativa no llegó a la gama del Scout, que en todo caso absorbe las imperfecciones del firme más suavemente gracias al largo recorrido de sus suspensiones.

En definitiva, como vehículo de segunda mano, el Octavia Scout es un coche duro y muy práctico. Eso sí, en cada unidad siempre hay que verificar qué tipo de uso y el cuidado que le procuró su dueño anterior.
 

Etiquetas: Segunda mano

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