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Cómo hacer una conducción eficiente y ahorrar hasta un 15% de combustible

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Tu bolsillo lo agradecerá, el medio ambiente también.

Por conducción eficiente se entiende una serie de técnicas que, unidas a un cambio de actitud del conductor, dan lugar a un nuevo estilo de conducción, que incorpora además una mejora del confort y un aumento de la seguridad vial. Son todo ventajas que reportan beneficios en muchas áreas, desde el medioambiente, reduciendo las emisiones y el gasto de combustible, hasta la economía personal, puesto que permite alargar más en el tiempo el paso por gasolinera.

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Hay muchas técnicas para conseguir llevarla a cabo, y en la mayoría de los casos se trata de usar el sentido común y de llevar a cabo lo que se siente "orgánico" en el coche. Sin embargo, nunca está de más repasarlas, aquí tenéis las claves de la conducción eficiente:

  1. Arranque y puesta en marcha: Arranca el motor sin pisar el acelerador e inicia la marcha inmediatamente después del arranque. En motores turboalimentados, espera dos o tres segundos antes de iniciar la marcha.
  2. Primera velocidad: Úsala solo para iniciar la marcha y cambia a segunda a los dos segundos o seis metros, aproximadamente.
  3. Aceleración y cambios de marchas según las revoluciones: En los motores de gasolina, antes de las 2.000 rpm. En los motores diésel, antes de las 1.500 rpm.
  4. Aceleración y cambios de marchas según la velocidad: A segunda, a los 2 segundos o 6 metros, aproximadamente; a tercera, a partir de unos 30 km/h; a cuarta, a partir de unos 40 km/h; a quinta, por encima de los 50 km/h. Es importante acelerar ágilmente tras la realización del cambio.
  5. Aceleración per se: No se trata de ir con el pedal a fondo, pero es preferible usar el acelerador sin miedo para ponernos a la velocidad que luego vamos a mantener que acelerar de manera prolongada alargando el proceso.
  6. Utilización de las marchas: Circula lo más posible en las marchas más largas y a bajas revoluciones. Es preferible usar marchas largas con el acelerador pisado en mayor medida (el uso más eficiente del pedal acelerador tiene lugar entre el 50 y el 70% de su recorrido) que en marchas cortas con el acelerador menos pisado. En ciudad, siempre que sea posible, utiliza la 4ª y la 5ª marcha, respetando siempre los límites de velocidad.
  7. Indicadores de cambio de marchas:La mayoría de los coches modernos cuenta con un chivato que se enciende cuando el punto de cambio es óptimo. Está bien utilizarlo como guía, pero por norma general sugieren la subida de marcha demasiado pronto, lo que puede provocar que el motor se quede muerto. Hay que evaluar la situación.
  8. Velocidad de circulación: La regularidad es la clave, se consciente de que a velocidad quieres ir y mantenla lo más uniforme posible, buscando la fluidez y evitando cambios bruscos de ritmo.
  9. Deceleración: Levanta el pie del acelerador y deja rodar el vehículo con la marcha engranada en ese instante. Frena de forma suave. Reduce la marcha lo más tarde posible, con especial atención en las bajadas. Recuerda que circulando por encima de unos 20km/h con una marcha metida y sin pisar el acelerador, el consumo de carburante es nulo. En cambio, a ralentí, el motor del coche consume entre 0,5 y 0,7 l/h. Los sistemas start-stop pueden ayudarte en este punto.
  10. Detención: Siempre que la velocidad y el espacio lo permitan, detén el coche sin reducir previamente de marcha.
  11. Paradas: Si son prolongadas (por encima de 60 segundos), es recomendable apagar el motor, que ya hemos visto que al ralentí consume.
  12. Anticipación y previsión: Conduce siempre con una adecuada distancia de seguridad y un amplio campo de visión que permita ver dos o tres vehículos por delante. En el momento en que se detecte un obstáculo o una reducción de la velocidad de circulación en la vía, levanta el pie del acelerador para anticipar las siguientes maniobras.
  13. Seguridad: En la mayoría de las situaciones, aplicar las reglas de la conducción eficiente contribuye al aumento de la seguridad vial. Pero, obviamente, existen circunstancias que requieren acciones específicas distintas, para que la seguridad no se vea afectada.
  14. Carga. Cuanto mayor sea el peso, más duro tendrá que trabajar el motor y más combustible consumirá. Es una buena idea comprobar el área de carga y eliminar cualquier bulto innecesario.
  15. Bacas de techo. Las bacas y los baúles de techo aumentan la resistencia al viento y pueden hacer que el propulsor trabaje más. Solo hay que utilizarlos si es indispensable, es preferible llevar todos los bultos en el maletero.
  16. Neumáticos. Se debe mantener los neumáticos a la presión correcta y recomendada. Solo esta medida puede reducir la cantidad de combustible utilizado en un 3-4%. Las cubiertas desinfladas aumentan la resistencia a la rodadura y, por lo tanto, los consumos (además del mayor desgaste de las gomas).
  17. Aire acondicionado y otros dispositivos. Utilizar el sistema de aire acondicionado y otros elementos que consuman energía, como el parabrisas calefactado, únicamente cuando haga falta. También hay que recordar que abrir las ventanillas incrementa la resistencia al viento y también el gasto de carburante.
  18. Elegir el aceite adecuado. Hay que utilizar aceites de buena calidad, con el grado de viscosidad y calidad recomendados en el manual del usuario del coche.
  19. Se debe mantener la correcta puesta a punto del motor para que funcione con eficiencia. Tener las ruedas bien alineadas y sustituir los filtros de aire cuando sea necesario. Además, utilizar un combustible con buenos aditivos detergentes para que el propulsor esté limpio.

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