Ruta por el Parque Natural Arribes del Duero con el Suzuki Vitara S
Ahora que los días empiezan a ser más largos, que los temporales parecen cosa del pasado y que las temperaturas empiezan a recordarte que la llegada del verano es inminente, lo más normal es que tu cuerpo te esté pidiendo disfrutar de unas merecidas vacaciones cuanto antes. ¿Te resulta imposible soportar la espera hasta que lleguen los meses del estío para escapar de la ciudad? No sufras: en AUTO BILD hemos pensado en ti y por eso te hemos preparado una escapada de fin de semana en uno de los rincones más espectaculares de Castilla y León desde el que podrás calmar tu sed... ¡incluso de hacer un crucero! De ruta por el Parque Natural Arribes del Duero con el Suzuki Vitara S.
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¿Conoces el Parque Natural de Arribes del Duero? Se encuentra situado a caballo entre Zamora, Salamanca y la franja más occidental de Portugal (aunque nuestros vecinos lo han bautizado como el 'Parque Nacional do Douro Internacional') y desde 2005 está considerado una Reserva de la Biosfera por la UNESCO, habiéndose convertido en uno de los de mayor extensión de la Unión Europea, con la particularidad de disfrutar de una conservación de su patrimonio excepcional. ¿Quieres descubrirlo con nosotros? Prepara tu maleta, no olvides el protector solar y disponte a quedar sin palabras ante la grandeza de sus paisajes. ¡Arrancamos!
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Primera parada: Fermoselle
La primera etapa de nuestro viaje por el increíble Parque Natural de Arribes del Duero dará comienzo en uno de los municipios más pintorescos de la provincia castellanoleonesa de Zamora: Fermoselle. Situado en una estratégica posición dentro de la comarca de Sayago desde la que puede contemplarse la frontera con nuestros vecinos portugueses, los límites naturales del pueblo se encuentran demarcados por los cauces de los ríos Duero y Tormes que, además, han esculpido a su alrededor una particular orografía y nutren a sus paisajes de una belleza sorprendente.
Cuando llegues, intenta buscar un buen lugar para dejar aparcado tu coche y aprovecha para sumergirte en su retorcido y antiguo callejero que, desde 1974, está considerado conjunto histórico-artístico. El primer lugar que deberías visitar es, sin duda alguna, el emplazamiento de lo que en otro tiempo fue el castillo de Doña Urraca. A pesar de que hoy en día sólo quedan algunos restos de lo que fuera su muralla, lo cierto es que resulta un enclave de lo más interesante dada su elevada posición en uno de los picones del Duero desde el que podrás empezar a hacerte una idea de la calidad natural de la zona.
Cuando hayas dejado tu tarjeta de memoria sin espacio (deberías llevar varias contigo en este viaje), habrá llegado el momento de echar un vistazo a la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción (de estilo románico y contruida en el s. XIII) que encontrarás muy cerca del emplazamiento de la fortaleza, la Plaza Mayor (donde podrás hallar el edificio del Ayuntamiento) o la Casa del Parque. ¿Todo preparado para sumergirte en el corazón del Parque Natural? Emprende tu camino... sin olvidar deternerte en el puente de San Lorenzo: gracias a él podrás sortear las aguas del río Tormes, que, además de regar un paisaje atestado de vegetación, actúa como frontera natural entre las provincias zamorana y salmantina.
Segunda parada: Aldeadávila de la Ribera
¿Has empezado ya a paladear el sabor de la naturaleza? Ahora que ya hemos cruzado la frontera entre las provincias zamorana y salmantina ha llegado el momento de empezar a seguir el cauce del Duero para llegar al lugar que el mismísimo Miguel de Unamuno bautizó como "el corazón de Las Arribes" y que se encuentra en la localidad de Aldeadávila de la Ribera.
Dentro de su casco urbano existen lugares tan interesantes como su Torre, erigida en el siglo XIII como un alcázar militar cuyo objetivo era facilitar la defensa de la zona y que, tras varias reformas en siglos posteriores, quedaría finalmente integrado en la iglesia parroquial de San Salvador, datada en la misma centuria y que nació como un convento de la fortaleza. Muy cerca de ellas está el también llamativo Palacio del Marqués de Caballero, originario del siglo XVIII y que aún conserva en su fachada su escudo de armas en un estado prácticamente intacto.
¿Crees que ya has tenido suficiente contacto con la tradición y la cultura popular de la zona? Entonces ha llegado el momento de adentrarte en la inmensa riqueza natural del Parque haciendo una visita a alguno de los miradores aldeavilucos, entre los que destacan el del Picón de Felipe, el del fraile o el de la presa de Aldeadávila que, además de permitirte disfrutar de unas vistas espectaculares del río, te servirá para apreciar la faraónica obra llevada a cabo para construir el enclave de los Saltos del Duero que más energía produce desde su puesta en funcionamiento en 1956 y que llegó a ser la mayor central hidroeléctrica de la Europa Occidental. ¡En este momento produce 1.139 MW de potencia!
Pero no se nos ocurre mejor forma para descubrir el lugar que disfrutando de un delicioso crucero surcando las aguas del río y, por eso, no deberías dejar pasar la oportunidad de emprender un viaje junto a la empresa El Corazón de las Arribes que, además, también ofrece a los visitantes alojamiento en su tranquilo, moderno y completo hotel desde el que podrás recargar toda la energía consumida a lo largo del día. ¡Y habrá sido mucha! ¿Te apasiona la gastronomía? No te pierdas especialidades como las patatas meneás, el pulpo o peces de la zona. ¡Dulces sueños!
Tercera parada: San Felices de los Gallegos
¿Has descansado lo suficiente como para afrontar la segunda mitad de nuestro viaje por el Parque Natural de Arribes del Duero? Entonces ha llegado el momento de volver a ponernos en marcha para descubrir uno de los lugares incluidos dentro de la conocida ruta de Los conjuntos históricos de Salamanca: San Felices de los Gallegos.
Este pequeño municipio está integrado en la comarca salmantina de Vitigudino y te permitirá disfrutar de un patrimonio sobresaliente que ha soportado con una sorprendente entereza el paso de los años. Cuando aterrices en él no deberías perder tiempo en buscar un lugar donde dejar reposando tu vehículo para empezar a descubrir a pie sus rincones más interesantes, como la Plaza de España (donde encontrarás la iglesia de Nuestra Señora Entre Dos Álamos o el Ayuntamiento), la antigua torre de las campanas (último vestigio del segundo recinto amurallado del pueblo) o la impresionante torre del homenaje, que alberga dentro de sus muros un aula de interpretación y que en su día estuvo integrada dentro de la muralla principal del castillo que protegía la zona, erigido entre los siglos XIII y XIV. ¿Tienes ganas de más rutas? ¡Ya estamos preparándolas!
Cuarta parada: Mirador del Contrabando
En el camino hacia San Felices no deberías olvidar detenerte en dos lugares realmente llamativos, como el Salto de Saucelle o el mirador del Contrabando. Desde este último, podrás disfrutar de unas vistas impresionantes del entorno natural de Las Arribes en su parte sur y aprovechar para llenar tus pulmones del limpio aire que inunda sus alrededores.
Quinta parada: Salto de Saucelle
Siguiendo el cauce del Duero tras el Salto de Aldeadávila se encuentra el Salto de Saucelle, cuya presa sirve como zona de paso al territorio de nuestros vecinos lusos. Aprovecha para echar un vistazo a su espectacular arquitectura mientras disfrutas de la tranquilidad de la zona, sólo interrumpida por el tímido rumor del agua.
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