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¿Por qué Toyota y BMW apuestan por el hidrógeno?

Prueba Toyota Mirai 2021
Sus motivos tienen.

¿Hidrógeno sí o hidrógeno no? Lo cierto es que ni las compañías lo tienen claro. Hay ejemplos en la industria de grandes inversiones en este tipo de coche al igual que los hay de todo lo contrario. Toyota y BMW son ejemplos de las que sí mantienen su apuesta por este sistema, una tecnología que podría en el futuro colocarse por encima del eléctrico. ¿Por qué Toyota y BMW apuestan por el hidrógeno?

Y empezando por Toyota, estamos ante la marca que más convicción tiene en un horizonte de hidrógeno. La empresa japonesa argumenta que es abundante y que su uso no emite CO2. Igualmente, se basan en que es el combustible con mayor densidad energética y que pueda almacenarse o transportarse a larga distancia. Los prototipos FCEV de Toyota comenzaron a llegar en 1996, lanzando su primer vehículo de pila de hidrógeno al mercado en 2015.

Hyundai NEXO

El gran problema sigue siendo su coste, pues no son coches precisamente asequibles. Y para acercarlo a más personas la propia Toyota cedió en enero de 2015 5.680 patentes relacionadas con el hidrógeno. En Japón se lo creen más, pero en Europa parece que no lo vemos. O al menos de momento.

Por otro lado está BMW, marca con sede en Europa y uno de los principales fabricantes del mundo. En realidad, fue una de las pioneras, pues en 2006 presentaron el Hydrogen 7, un Serie 7 con motor V12 que podía funcionar indistintamente con gasolina o con hidrógeno. Además, planean lanzar un X5 eléctrico con pila de combustible, un modelo que llegará al mercado en 2025.

bmw i hydrogen next pruebas

Y no son los únicos, pero sí quizás los que más invierten. La asociación BMW-Toyota podría ser muy fructífera, como la Audi-Hyundai. ¿Y cuál es el motivo? BMW estima que para finales de la década habrá un mercado masivo para este tipo de vehículos, motivo suficiente para seguir apostando por ellos. Solo hace falta que las autoridades competentes apuesten también por ello.

Las opiniones expresadas en este artículo son las del autor y no tienen por qué coincidir necesaria o exactamente con la posición de Axel Springer o Auto Bild España.

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