Logo Autobild.es

Opinión: Mitsu Evo, Subaru WRX... por qué no van a volver a la carretera

Mitsubishi Lancer Evo
Los tiempos pasados no van a volver.

Quien empiece a peinar canas, además de los que ya presenten un pelo ceniciento o incluso directamente no tengan, recordarán cuando el mundo del motor no era lo que es ahora. Una época más pasional, loca incluso, en la que los fabricantes arriesgaban algo más y lanzaban al mercado modelos que apelaban más a los sentimientos en vez de destacar solo lo verde que es el coche, lo poco que consume y la preciada etiqueta que luce en el parabrisas.

Una era en la que vehículos como el Subaru WRX o el Mitsubishi Lancer Evolution era ‘poster cars’, coches a los que cualquier aficionado del motor aspiraba, por muy difícil que fuera poder llegar a poseer uno de ellos. Pero esos tiempos han pasado, quedan lejos y, por mucho que duela admitirlo, no van a volver.

Razones para ello hay varias, pero podemos concentrarlas en dos puntos: la normativa de emisiones y el mercado.

La primera ya ha sido responsable de que uno de los pocos intentos de mantener con vida los coches deportivos de estilo “clásico” se esfume. El nuevo Subaru BRZ no se podrá disfrutar en Europa por las multas por contaminación y es que, por mucho que se afine la tecnología, la cada vez más exigente normativa de emisiones de CO2 hace que sea muy difícil entrar dentro de los parámetros establecidos, todavía más cuando se busca una conducción dinámica con motores de alta potencia.

La solución a ello estaría en equipar a los vehículos con sistemas electrificados, pero esto, por un lado, implicaría un mayor coste de desarrollo y, por otro, posiblemente hiciera que alguno de los potenciales compradores desechara su adquisición por purismo.

Y esto nos lleva al segundo punto. Todos hemos soñado alguna vez con tener al Subaru o al Mitsubishi, pero pocos podríamos comprar uno nuevo. Eso hace que el nicho de mercado sea reducido, con una demanda a priori algo reducida y que los potenciales beneficios no sean lo suficientemente atractivos para que las marcas inviertan en ello.

Es algo que queda patente en la hoja de ruta que han seguido muchas compañías, siendo el caso de la japonesa de los tres diamantes el más paradigmático: abandonando de manera progresiva los coches pasionales, ha centrado su gama en torno a los populares SUV y los resultados han demostrado que ha sido un acierto total a nivel de ventas y rentabilidad.

VÍDEO: TOYOTA GR YARIS vs MINI JCW GP, los enfrentamos ¡en circuito!

Sin embargo, aunque la lógica apunta a todo ello, en los últimos meses hemos asistido al lanzamiento de un vehículo que ha demostrado que sí hay hueco para este tipo de coche en el mercado: el Toyota GR Yaris. Fue un coche inesperado, que pilló por sorpresa a todo el mundo… y cuyo éxito ha sido inmediato.

No es para nada un coche racional y ese ha sido precisamente su acierto: meter en un formato ultracompacto un motor potente, tracción integral y sensaciones de conducción “de las de verdad”. El resultado ha sido que los verdaderos amantes del motor (al menos aquellos que se lo pueden permitir) se han pegado por conseguir una unidad, demostrando que, aunque el desarrollo de un modelo de estas características sea costoso, el aficionado lo va a agradecer, y que realizar un movimiento de este tipo va a beneficiar enormemente el nombre y la reputación de la marca, como bien sabe Toyota.

Las opiniones expresadas en este artículo son las del autor y no tienen por qué coincidir necesaria o exactamente con la posición de Axel Springer o Auto Bild España.

Descubre más sobre , autor/a de este artículo.

Conoce cómo trabajamos en Autobild España.