Viejas leyendas: Mercedes-Benz SL R107

En abril de 1971, un año antes de que llegase el Mercedes Clase S, la marca alemana nos presentó al sucesor del Mercedes Pagoda. Un modelo que no terminó de cosechar buenas críticas, algo que no afectó a sus ventas… sobre todo a las gestionadas en los concesionarios de Hollywood. Hoy os contamos la historia de una vieja leyenda: el Mercedes-Benz SL R107.

Mercedes o Porsche, ¿quién tiene los mejores coches híbridos enchufables?

Conocido popularmente como Mercedes SL, su apellido corresponde a su código interno. Ese R107 nos desvela que hablamos de la versión descapotable puesto que la ‘R’ hace referencia Roadster. El W107 fue la denominación escogida para el coupé cuya producción finalizó antes de lo previsto debido a la baja demanda que tuvo.

Más fresco

En esta ocasión vamos a centrarnos en el Mercedes-Benz SL R107, que tenía un esquema técnico que había evolucionado sobre el del W114 y que, a lo largo del tiempo, ha supuesto un ejemplo de ingeniería. La casa alemana diseñó un chasis resistente con una notable rigidez estructural con un solo objetivo: evitar las torsiones propias de las carrocerías descapotables.

Las proporciones que estrenaba el SL R107 le hacían parecer un modelo menos ligero y estilizado que el Pagoda, algo que compensaba con un diseño más fresco y actual. Unas líneas en las que destacaba la enorme parrilla presidida por la estrella de la marca. Con la llegada de los años ochenta, Mercedes le sometió a un restyling con el que se incorporó un nuevo spoiler frontal y llantas de 15 pulgadas.

A pesar de su buen hacer, las unidades de los primeros años flojeaban en los tratamientos anti-corrosión: el óxido se convirtió en un problema constante en el hueco de la capota y en los faldones.

El primer V8

El Mercedes-Benz SL R107 fue el primero de la saga en incorporar un motor V8: se trataba de un 3.5 litros que entregaba una potencia de 200 CV. Un bloque que sería el encargado de dar la bienvenida al 300 SL (190 CV) y al 500 SL (245 CV) y que se hizo famoso por su excesivo consumo de aceite propiciado por el rápido desgaste de las guías de válvulas.

A mediados de los setenta incorporaron los V8 de 5 litros que supusieron una notable mejora en fiabilidad, rendimiento, prestaciones y consumo: éste se redujo en un 25% gracias a la incorporación de un sistema de ultrasonidos la inyección. Con el restyling no sólo mejoraron la suspensión delantera, también llegaron las mecánicas de seis cilindros: eran menos potentes, pero su mantenimiento era más sencillo y eran más ligeras.

Hollywood y el Mercedes-Benz SL R107

La vida comercial del Mercedes-Benz SL R107 duró 18 años: hasta 1989, cuando dejó paso a los SL R129, se vendieron 237.287 unidades. Un éxito especialmente relevante en Estados Unidos y, más concretamente, en Los Ángeles. Todo el mundo quería un Mercedes SL en Beverly Hills. Eso sí, aquel SL R107 era ligeramente diferente al que circulaba en Europa: le añadieron unas defensas de goma para cumplir con la normativa y modificaron los grupos ópticos delanteros para sustituir la forma trapezoidal por dos faros redondos.