Mercedes EQS, todos los secretos del nuevo coche eléctrico de la estrella

Con la llegada del Mercedes EQS la marca alemana amplía su familia de eléctricos por primera vez con un modelo que no es un SUV. La berlina de lujo tiene ciertos tintes deportivos, aunque ha perdido algo del atletismo que lucía el prototipo para optar por un enfoque más sobrio y elegante.

Destaca el escudo frontal ya característico de la familia EQ, con una parrilla cubierta de plástico transparente de la que parte en los extremos los grupos ópticos. El paragolpes cuenta con tres entradas de aire, el capó asciende de manera rápida, la definición de los pasos de rueda es muy sutil y la línea de techo que se forma desde el pilar A es muy fluida hasta la zaga, que tiene una posición más elevada que la del frontal y en la que los faros están unidos entre sí por una franja iluminada que ocupa todo el ancho. La carrocería puede ser de un solo color o tener un acabado bitono, con el que recuerda a los Maybach.

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Se trata, por resumirlo de una manera sencilla, de un Mercedes Clase S eléctrico, con unas dimensiones que alcanzan los 5,22 metros de largo, 1,93 m de ancho y 1,51 m de alto, con una distancia entre ejes de 3,20 metros. Esto, sumado a sus cortos voladizos, crea un gran espacio interior, con capacidad para cinco personas y un maletero de 610 litros ampliables hasta los 1.770 si se abate la fila trasera.

Del habitáculo es imposible no señalar el Hyperscreen, la pantalla de 56 pulgadas que da forma a todo el salpicadero (aunque opcionalmente se puede elegir un formato más convencional). Cuenta con un cuadro de instrumentos, la consola central y con una tercera pantalla delante del copiloto. No hay lugar para los botones físicos, pero los controles tienen una respuesta háptica para intentar emular la sensación al tocarlos.

Los ocupantes de las plazas traseras disponen de dos pantallas de 11,6 pulgadas en los respaldos de a las delanteras, pero también se suma una tercera al abatir la plaza central, desde la que se pueden controlar ciertos parámetros y que ayuda a formar un reposabrazos.

El Mercedes EQS supone el estreno de la plataforma modular EVA2, que se empleará a futuro en otros modelos. En la berlina resulta, por el momento, en dos versiones de lanzamiento: EQS 450+ y EQS 580 4Matic+.

El primero monta un bloque de 333 CV y 568 Nm en el eje trasero, gracias al que acelera de 0 a 100 km/h en 6,2 segundos. El segundo acopla otro motor en el eje delantero, consiguiendo 524 CV, 855 Nm, tracción integral y una aceleración en el sprint de 4,3 segundos. Ambos comparten una velocidad máxima limitada de 210 km/h y emplean una batería de 107,8 kWh para conseguir hasta 770 kilómetros de alcance (más adelante se podrá optar por una más pequeña de 90 kWh).

El EQS es compatible con recargas rápidas de hasta 200 kW, con las que recupera del 10 al 80% de su capacidad en 30 minutos. Con un Wallbox de 22 kW pasar del 10 al 100% supone 5 horas y con el convencional de 11 kW el proceso se alarga hasta las 10 horas.

Como era de esperar en el nuevo buque insignia eléctrico de Mercedes, su dotación tecnológica cuenta con todo lo que puede tener un coche: asistente de voz mejorado, las puertas se abren de manera automática, cuenta con dirección a las cuatro ruedas, la suspensión neumática potencia la comodidad, el sistema Digital Light proyecta símbolos e indicaciones en la carretera, dispone de tecnología de conducción autónoma en autopista, se puede aparcar solo…

El Mercedes EQS se pondrá a la venta en otoño, pero por el momento no se han anunciado sus precios.