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Vídeo: un drag race entre dos Lamborghini acaba muy mal

accidente Lamborghini
En el siguiente vídeo podrás ver un drag race entre dos Lamborghini que acaba muy mal, especialmente para uno de los dos deportivos implicados.

Las carreras de aceleración entre deportivos no siempre tienen un final feliz. De hecho, en muchas ocasiones incluso no llegan a cruzar la línea de meta. Esta es la historia de un drag race entre dos Lamborghini que acaba muy mal, especialmente para uno de los dos deportivos implicados, que tuvo que ser retirado de la calle en una grúa.

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Los dos modelos implicados son un Lamborghini Huracán de especificaciones originales y la versión más prestacional de la gama, el Lamborghini Huracán Performante. Ambos comparten el motor V10 de aspiración natural y 5.2 litros, pero el primero entrega 610 CV de potencia y el segundo eleva la cifra para alcanzar los 640 CV. Puede que la diferencia no sea abismal, pero el Performante está condimentado con una serie de elementos de alto rendimiento que mejoran su desempeño.

Un drag race entre dos Lamborghini acaba muy mal

Entre ellos, un completo kit de carrocería de fibra de carbono que le otorga mayor estabilidad a gran velocidad y en el paso por curva. También se han puesto a punto la suspensión y el sistema de frenos, todo ello con el objetivo de crear una versión aún más radical del deportivo italiano. Sin embargo, al protagonista de este vídeo no le bastó con todos estos atributos para evitar el fatal desenlace.

Como puedes ver en el vídeo que acompaña a estas líneas, el Huracán Performante de color gris se prepara para iniciar la carrera. En un intento por impresionar a los espectadores, el deportivo pierde tracción y tras dos maniobras para tratar de esquivar los coches aparcados y la pared al otro lado, acaba perdiendo el control y chocando contra el muro.

Las imágenes revelan que sufrió un fuerte golpe en la zona de la rueda posterior derecha que ha afectado gravemente a la suspensión y los frenos. También presenta daños en otras zonas de la carrocería, lo que probablemente supondrá una enorme factura en el taller para el propietario. Lo que sí está claro es que un deportivo no es para todo el mundo, y que cualquier no está preparado para conducir superdeportivos. No te pierdas el vídeo.

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