VÍDEO: BMW M4 GTS vs Mercedes C63 AMG Black Series, ¡en Circuito!

Amigos, hoy estamos con dos auténticos proyectiles. Son lo más radical que sacó BMW en 2015 del BMW Serie 4, y lo más extremos que hizo Mercedes en 2012 con el Mercedes Clase C. A mi izquierda, les presento al Mercedes C63 AMG Black Series, y a mi derecha, al BMW M4 GTS.

Vamos a analizarlos y, por supuesto, los vamos a pilotar en el circuito con el pie derecho a tabla. Antes de que os lo preguntéis: sí, en realidad el Mercedes debería enfrentarse al BMW M3 anterior, el V8, pero al final solo hemos podido acceder a esta unidad posterior pero, he de deciros que no nos importa. 

Y cómo no, empezamos con los motores. Primero el Clase C AMG: aquí debajo tenemos toda una leyenda, el M156, un 6,2 litros, atmosférico V8. Y aquí en su máximo nivel de potencia, al menos en la Clase C: 517 CV y 620 Nm de par. AMG tiró de la cadena de montaje del SLS para reforzar el chasis y asumir más potencia, por ejemplo con un nuevo cigüeñal, culata y refrigerador de aceite, entre otras muchas cosas.

Pasamos a otro bloque algo más moderno, el del BMW M4 GTS. Como he dicho, su antecesor también llevaba un V8, pero este M4 monta un tres litros de seis cilindros en línea biturbo denominado S-55, con 500 CV y 600 Nm de par. Y para gestionar tamaña potencia BMW aplicó algo inusual, un inyector de agua en la zona de aspiración para reducir la temperatura del aire de entrada, y permite así asumir el aumento de rendimiento.

Los coches van preparados para un máximo rendimiento de aceleración. En el caso de BMW M4 GTS con este enorme y bajísimo espoiler frontal, capó de carbono y detalles naranjas delante y en las llantas. También son de carbono el techo y la tapa del maletero, el alerón y el difusor posterior. Los escapes son de titanio. Todo muy impresionante, pero el Mercedes va mucho más allá.

Y no solo por su también sofisticado chasis, sino por lo ensanchado de su carrocería. En concreto los pasos de rueda, en el Mercedes C 63 AMG Black Series son realmente impresionantes. Aquí tenemos Clase C, Clase C, Clase C, y de pronto… ¡bang! Black Series. Es como si un monstruo invadiera el cuerpo del Clase C normal.

Y aquí tenemos el paquete aerodinámico opcional, con este enorme alerón de carbono, el faldón delantero también de carbono… un paquete que cuesta la friolera de 8.000 euros. Mucho, pero desde luego los vale. 

Y por fin estamos en el circuito para poder pilotarlo. si queréis ver cómo se las gastan estas dos joyas, no os perdáis el vídeo porque vale su peso en oro...