Las ventas de coches se desploman en China

El mercado asiático se está resintiendo especialmente ante la escasez de semiconductores que, desde hace unos meses, está afectando a la economía global. ¿El último dato que así lo indica? Las ventas de coches se desploman en China, según los datos preliminares de la patronal del país. En junio, podrían haber caído un 16% nada menos, a causa precisamente de la crisis de microchips.

En total, se vendieron en territorio chino 1,93 millones de coches y furgonetas nuevos durante ese mes. Un número inalcanzable para cualquier otro mercado, y similar al de los que se comercializaron en España en los últimos dos años. Sin embargo, en ese mismo mes de 2020 hubo casi 2,3 millones de operaciones.

Es verdad que ese fue un periodo especialmente bueno allí, pues coincidió con la desescalada de las medidas impuestas por la pandemia, y había una demanda insatisfecha de los meses anteriores. Pero si lo comparamos con junio de 2019, cuando se vendieron 2,06 millones de coches, todavía se nota un desplome de alrededor de un 6,3%. Bastante significativo, aunque menos acusado.

También algunas marcas concretas han empezado a alertar de que las ventas de coches se desploman en China. Por ejemplo, Honda ha acusado una disminución del 17%, y Nissan ha presentado unos datos igualmente negativos, con una reducción del 16%.

La crisis de los semiconductores: por qué ha pasado, cómo te afecta y cuándo se arregla

La explicación que los expertos dan tiene que ver con la crisis global de semiconductores, que en mayo obligó a la industria de la automoción china a producir un 6,8% menos de vehículos. Una situación que, por cierto, es aun más grave en España, donde la caída fue del 37,8% en comparación con 2019. Esto, allí, ha llevado a que los tiempos de espera para determinados modelos se disparen de algunas semanas a varios meses, según informaba recientemente el periódico South China Morning Post. Lo que, finalmente, está desalentando la demanda.

Una tormenta perfecta que llega justo con la industria inmersa en pleno proceso de transformación hacia el coche eléctrico e hiperconectado. Algo que hará a los fabricantes de automóviles cada vez más dependientes de los microchips, y que ya se está cobrando su primera víctima: el mayor mercado del mundo, China.