El vehículo que desafió lo establecido: Pontiac DeLuxe Six Plexiglas, un coche transparente nacido en 1939
El Pontiac Deluxe Six Plexiglas fue un novedoso coche transparente construido en 1939 que mostró al mundo un nuevo material ligero y resistente. Contaba con una carrocería construida completamente en plexiglás, lo que dejaba sus componentes internos a la vista.
El objetivo de los salones y exposiciones de coches es mostrar al público las últimas novedades de los fabricantes. Sin embargo, en una época más temprana de la industria del automóvil, estos eventos multitudinarios también se usaban para asombrar a los asistentes. Con este objetivo en mente, General Motors decidió crear el primer coche transparente del mundo en 1939.
El vehículo en cuestión, que desafió lo establecido, se denominó Pontiac Deluxe Six Plexiglas y se ensambló para mostrar al mundo un novedoso material y cómo era la fabricación interna de un automóvil de GM.
Para llevar a cabo este ambicioso proyecto, la compañía estadounidense se asoció con Rohm & Hass, una empresa química que acababa de desarrollar un material novedoso denominado plexiglás, un plástico transparente y muy robusto que llegó incluso a utilizarse en los aviones de combate de la Segunda Guerra Mundial.
El vehículo que desafió lo establecido: Pontiac DeLuxe Six Plexiglas, un coche transparente nacido en 1939
El Deluxe Six Plexiglas estaba basado en un Pontiac Sedan Touring de cuatro puertas, al que habían reemplazado todos los paneles metálicos de la carrocería por piezas fabricadas en plexiglás que replicaban las formas originales del vehículo.
El proyecto tuvo un coste de 25.000 dólares (el equivalente a medio millón de dólares en la época) y mostraba al público un coche con una carrocería transparente donde se podían ver multitud de elementos, como los paneles interiores de las puertas, la mecánica o el chasis sobre el que estaba construido, que, por cierto, tenía una capa de cobre que lo revestía.
Con el primer coche transparente del mundo, General Motors pretendía mostrar a los asistentes los refuerzos del interior y otras características del vehículo, todo ello revestido de un material sintético transparente y muy resistente.
La acogida del Pontiac Deluxe Six Plexiglas en la Exposición Universal de Nueva York de 1940 fue tal que la prensa pronto lo bautizó como ‘The Ghost Car’ (el coche fantasma). También se construyó una segunda unidad unos años más tarde, esta vez sobre la base del Pontiac Torpedo, aunque finalmente fue destruida.
Pontiac no pudo llevar a producción el Deluxe Six Plexiglas porque, a pesar de estar recubierto de un material ligero y resistente, el plexiglás no puede aislar el calor que genera el motor, lo que convierte el habitáculo en un horno que puede llegar a ser peligroso para los ocupantes.
Aun así, tras ser oficialmente revelado, el coche viajó por Estados Unidos a través de diversos concesionarios antes de formar parte de la colección del Smithsonian Institution de Washington, donde permaneció hasta el final de la Segunda Guerra Mundial. A continuación pasaría por varios coleccionistas hasta acabar en manos de su propietario actual, con solo 138 kilómetros recorridos.
Etiquetas: Curiosidades
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