Los tiempos de recarga siguen siendo uno de los principales caballos de batalla de los coches eléctricos, pero cada cierto tiempo aparece una nueva solución que apunta a revolucionar el sector. La última son los ultracondensadores híbridos presentados por Morand, que prometen recargar un modelo urbano en solo 72 segundos.

Los sistemas convencionales emplean celdas electroquímicas, que son de recarga lenta y que si reciben cargas rápidas ven disminuir su vida útil. Una alternativa son los ultracondensadores, que carga y descargan muy rápido, pero almacenan menos energías y tienden a la autodescarga.

Lo que propone la empresa suiza es un sistema que combine las bondades de ambos mundos: los ultracondensadores híbridos. 

Estos pueden funcionar en un rango de voltaje de 2,8 a 4,2 V, pueden soportar más de 50.000 ciclos de carga y descarga a 10ºC y pueden resistir temperaturas de hasta 80ºC. A efectos prácticos lo que significa es que puede cargar a alta potencia sin perder prestaciones y sin acortar su vida útil.

Tomando como referencia una batería con una autonomía de 150 kilómetros (la que se presupone para un eléctrico urbano que cargaría en 72 segundos), podría utilizarse durante 8 millones de kilómetros, por lo que aguantaría durante todo el ciclo de vida del coche.

¿Dónde está la parte negativa, entonces? En el hecho de que la densidad energética de las celdas que emplea es mucho menor que, por ejemplo, las de litio-ferrofostato (LFP): con 77 Wh/kg es aproximadamente la mitad.

Esto, a efectos prácticos, implica que con una batería del mismo tamaño y peso, un coche eléctrico equipado con una de LFP estándar recorrería el doble que uno equipado con este sistema. Sin embargo, con una velocidad de recarga tan alta podría compensar el menor alcance.

Ahora bien, para poder recargar de manera tan veloz es necesario un cargador de alta potencia (en las pruebas se ha usado uno de 360 kW), algo que no es tan común, ya que los estándar es entre 7 y 22 kW en domicilios y 150 kW en estaciones rápidas, así que en términos generales, con la infraestructura actual, sería complicado sacarle partido.