¿Te acuerdas del Renault Fuego?
El Renault Fuego significó un antes y un después para la compañía del rombo. Y no hacemos tal afirmación únicamente porque sirvió para romper el clásico sistema de numeración que la marca utilizaba para sus modelos, sino también por el legado que dejó a otros modelos que le sucedieron. Hablamos del diseño, entre otras cosas, apartado donde innovó la firma con su Renault Fuego. ¿Te acuerdas de él?
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Nos seguimos acordando mucho de él
Han pasado muchos años pero nos seguimos acordando de él. Actualmente lo hemos podido ver en pantalla en la serie “Fariña” que relata los hechos acontecidos en los años ochenta con el tráfico de drogas en Galicia. El Renault Fuego se fabricó en esos años, en esa maravillosa década para unas cosas y para otras no tan lúcida. Más de 260.000 unidades fueron fabricadas entre los años 1980 y 1992, cuando definitivamente la marca dio por concluida su producción.
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Basado en el Renault 18
El Renault Fuego se basaba en el Renault 18. La plataforma era la misma, aunque el diseño era totalmente nuevo. La innovación en este apartado fue destacada, encontrando recursos muy atractivos como la banda en color negro que recorría todo el perfil del vehículo desde el faro hasta el maletero. En la zaga también era visible esta banda, superficie en donde firmaba la compañía el modelo con el apellido Fuego.
Su carrocería medía 4.36 m de largo y 1,70 m de ancho, un cuerpo que destacaba por su aerodinámica. Para la época en la que nos encontrábamos, un coeficiente aerodinámico de 0,34 era sobresaliente, capacidad que lo dejaba como el Renault más aerodinámico de aquel entonces. La compañía buscaba una combinación perfecta entre deportividad y confort, cualidades que si llegó a tener este clásico modelo.
Una gama de motores bien nutrida
La gama de motores del Renault Fuego estaba bien nutrida. Las variantes de acceso TL y GTL contaban con un motor de 64 caballos de potencia mientras que las TS y GTS llegaban hasta los 96 caballos de potencia. Estas últimas versiones anunciaban una velocidad máxima de hasta 180 km/h, números que se unían a una aceleración de 0-100 km/h en 12,1 segundos. También se montó un novedoso motor de 2.0 litros en las versiones TX y GTX que desarrollaba nada menos que 110 CV. Aunque no, no eran el Fuego más caliente.
Renault Fuego Turbo
La versión más exigente de la gama Fuego la encontrábamos en el Turbo, un coche que podía firmar una velocidad máxima superior a los 200 km/h, toda una barrera importante en aquellos años. Su corazón declaraba 132 caballos de potencia a 5.500 rpm, mecánica que se proclamaba como las más radical de la gama.
La lista de motores del Renault Fuego nos dejó también una variante Turbodiésel, opción que conseguía llegar hasta los 175 km/h con su motor de 88 caballos de potencia. A finales de los años ochenta la marca dejaba de fabricar su modelo en Europa, vendiéndose algunos años más en Argentina. En 1992 se concluía la producción definitivamente.
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