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El Seat Ibiza Kit Car ha vuelto 25 años después

Seat Ibiza Kit Car
Ha participado en el RallyRACC Catalunya-COSTA DAURADA

El Seat Ibiza Kit Car es uno de esos modelos que los aficionados de los rallyes tienen grabados en la retina, un campeón que se hizo con tres títulos en la Copa FIA 2 Litros del Mundial de Rallyes y que ahora, 25 años después, ha vuelto a rugir en su hábitat natural.

Y es que, para celebrar el cuarto de siglo de su triplete, Seat decidió llevar a dos ejemplares del modelo, conducidos por sus pilotos originales, a participar en el tramo espectáculo del RallyRACC Catalunya-COSTA DAURADA, algunas de las carreteras que le vieron coronarse en su día.

De esta manera, la pareja formada por Bardolet-Muntada se puso a los mandos del E1 y la de Rius-Pallarés a los del E2, en un momento muy emotivo y emocionante para los participantes.

Mia Bardolet ha declarado: “Llevo años pasando por delante de ese coche en la Nave y siempre se me acelera el puso al verlo. Con él conseguimos grandes triunfos y esa unidad, esa exactamente, es la que yo piloté. Que esté en el museo de Seat y que ese coche vaya a quedar para la posterioridad es algo muy bonito para mí, difícil de explicar con palabras”.

Y continúa:  “No me había vuelto a subir al SEAT Ibiza Kit Car desde 1996 y la verdad es que me sentí muy a gusto al volante. Corre mucho, suena de forma espectacular, es muy eficaz y divertido de pilotar. Disfruté tanto al volante en los tramos que empecé a pensar en volver a competir”.

Por su parte, Antonio Rius señala que “han sido unos días muy bonitos, creo que inolvidables. Estar con Mia, con el copi y con todo el equipo ha sido genial. Le decía a Mia que, si hace 25 años, cuando estábamos peleando con este coche en los tramos, nos dicen que estaríamos aquí en un homenaje a lo que estábamos haciendo me habría parecido imposible, pero así ha sido. Emocionante”.

Y concluye: “Volver a pilotar el Seat Ibiza Kit Car ha sido increíble. No había vuelto a pilotarlo desde hace 25 años. Pero me senté al volante y cuando hicimos los primeros kilómetros lo sentí perfectamente y recordé cómo era y cómo era su conducción. También me di cuenta de que corría menos, se lo dije a los mecánicos y me explicaron que debía tener 40 o 50 caballos menos porque habían cambiado la electrónica para proteger el motor y poder usar una gasolina convencional. También eso me tranquilizó, porque bajo ningún concepto podía pasarle algo al coche”.

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