Hace un año que las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) se activaron (al menos en teoría) en toda España. En 2024 las novedades al respecto afectan principalmente a Madrid, puesto que la zona que va a acabar ocupando toda la capital ha crecido un paso más. Sea como fuere, cada vez parece más necesario hacerse con la etiqueta ECO.

La manera que a todo el mundo se le pasa por la cabeza para conseguirla es la de comprar un coche híbrido, sea del tipo que sea. Es un enfoque que actualmente es caro, puesto que los coches nuevos valen bastante (hasta los microhíbridos) e incluso los coches de segunda mano tienen precios elevados.

Sin embargo, hay una alternativa para poder conseguir la etiqueta ECO y acceder sin problema a las ZBE sin ni siquiera tener que cambiar de coche: el GLP.

El Gas Licuado Petróleo, aunque con un éxito moderado, se impuso por goleada al ya prácticamente extinto Gas Natural Comprimido (GNC) y, hoy por hoy, es la puerta de entrada más accesible a las etiquetas privilegiadas de la Dirección General de Tráfico (DGT).

Cualquier coche de gasolina puede llevar a cabo la conversión, que tiene un coste relativamente moderado, de entre 1.500 y 3.000 euros, según el operador que la realice. Sin embargo, como muchos de los conductores que optan por ella lo hacen por conseguir los beneficios de la etiqueta ECO, hay que tener en cuenta la restricción principal al respecto.

Para poder incorporar el distintivo tienen que cumplir con la normativa Euro4, es decir, haber sido matriculados a partir de 2006 (aunque hay excepciones). El objetivo de este límite es que no sean los coches más antiguos y más contaminantes los que lleven a cabo el proceso, puesto que sus mecánicas no son tan limpias.

Ver galería

Así se fabrica un coche de GLP (5 imágenes)

La conversión tiene puntos positivos, aunque también alguno negativo. Entre los pros, lo más destacado es el coste de uso, que es mucho menor porque el GLP es un combustible más barato. A esto se suma, en lugares con ZBE, la total libertad de movimiento.

El principal pero que se puede poner es que, con la instalación de los depósitos, lo que suele salir perjudicado es el maletero, que habitualmente pierde parte de su capacidad. Además, con este combustible el rendimiento del sistema de propulsión suele ser ligeramente inferior.

Por último, un factor importante: ¿es rentable la transformación a GLP para conseguir la etiqueta ECO?

Como hemos comentado más arriba, la operación no es especialmente cara y de media puede suponer unos 2.000 euros. Si se tiene en cuenta que el gas tiene un coste aproximado de unos 0,95 euros el litro, que es más de un 40% más barato que el precio de la gasolina, se puede amortizar a partir de los 20.000 o 25.000 km.

Es por eso que, antes de llevarla a cabo hay que evaluar el estado del vehículo y su vida útil restante, pero en términos generales a poco que le queden unos años de uso, resulta interesante la inversión para poder circular sin limitaciones (y para tener beneficios, como el descuento en las Zonas de Estacionamiento Regulado).