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Renault Symbioz, el coche-casa que ha debutado en Frankfurt

Lo del Symbioz es algo im-presionante

El Renault Symbioz ha sido sin duda alguna uno de los bombazos de Frankfurt. Un concept car totalmente revolucionario que se presenta como un tres en uno: un automóvil, un vehículo de demostración y una vivienda. Es un coche sí, porque transporta a los viajeros, pero en un habitáculo que hace sentir como en casa y que ha sido creado para la conducción autónoma. En la carretera, el vehículo se transforma en una prolongación del hogar. En casa, hace las veces de habitación adicional móvil, modular y multifuncional.

Por muy increíble que parezca, cuando está dentro de casa el Symbioz funciona como una habitación más.  Con la configuración abierta hace las veces de salada de estar y cerrado es un magnífico despacho para aislarse del resto de la casa.

Casa y Symbioz comparten también energía. Pero lo hacen de forma inteligente, claro: si el coche tiene ruta programada para el próximo día, carga su batería a tope y deja que sean otras fuentes las que den energía al hogar; si no hay salida prevista, cede parte de su carga a la casa.

Y por si esto fuera poco, como tiene modo de conducción autónoma, el Symbioz se mueve por la casa en función de las necesidades del conductor. Imagínate que el coche está en el tejado y has quedado en media hora: el solito bajará hasta quedar estacionado en la puerta y listo para cuando tengas que marcharte. Y si lo que tienes previsto es un viaje largo (vacaciones, por ejemplo), antes de salir se asegura de cerrar las ventanas, apagar la calefacción...

El Renault Symbioz como coche

Lo de meter toda una casa en el Salón de Frankfurt tiene su mérito, pero no por eso hay que olvidar que el Renault Symbioz también es un coche. 

Con una longitud de 4,70 m (para un ancho de 1,98 m y una altura de 1,35 m), el Symbioz es una berlina polivalente y futurista cuyas dimensiones exteriores corresponden a las de un vehículo del segmento D.

En su diseño se unen la filosofía fengshui con reflejo en el techo de cristal que parece suspendido sobre el resto del vehículo y el estilo French Design de Renault

La carrocería está fabricada en fibra de carbono con doble tintado metalizado. Los faros delanteros tienen forma de C, mientras que detrás las luces forman efectos visuales dinámicos gracias a pequeñas aletas luminosas que se despliegan en función de la intensidad de la frenada. Mientras que la tercera luz de freno está integrada en suspensión en la arista del deflector aerodinámico que se encuentra en la prolongación del techo.

Cuando el Symbioz conduce en modo autónomo, los logos de Renault se iluminan tal y como sucede en el Renault Trezor. 

En el momento en que el conductor decide dejar de serlo, el volante y los pedales desaparecen para dejar paso a un amplio espacio en el que los asientos se giran para mejorar la comunicación con el resto de ocupantes y una mesa de estructura metálica y tablero de mármol surge entre los asientos. Voilá, tu coche ahora es el salón de tu casa.

¿Y cómo se mueve? Pues gracias a dos motores eléctricos situados en el eje trasero. En términos de rendimiento, el Symbioz tiene una potencia de 500 kW y un par máximo de 660 Nm. Pasa de 0 a 100 km/h en menos de seis segundos y tiene una autonomía por encima de los 500 kms. 

En cuanto a la carga de las baterías, el Symbioz utiliza el sistema de inducción y tiene un modo de carga rápida que permite llenar hasta el 80% de su capacidad en 20 minutos.

Antes de cerrar déjame que hago un par de incisos para que tengas a mano los enlaces con todas las novedades del Salón de Frankfurt o, si lo prefieres, todos los coches que se han presentado en Frankfurt de la A a la Z.

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