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¿Quién dijo que un Smart eléctrico no era divertido?

smart electrico
Respuesta inmediata.

Un Smart eléctrico quizá sea el mejor ejemplo para demostrar a las masas que los vehículos de cero emisiones, aunque su principal virtud sea no contaminar y ser respetuosos con el medio ambiente, no tiene que ser aburridos. No se puede desdeñar la capacidad de respuesta inmediata de un motor eléctrico, mucho menos si está montado en un coche de tamaño y peso muy contenidos.

VÍDEO: Smart Electric Drive vs Seat Panda 40

En esta ocasión vamos a hablar de la variante de la segunda generación, el Smart Electric Drive. Equipado con un motor eléctrico de 54 kW (75 CV) a priori no parece un coche hecho para correr, y mirando sus prestaciones, tampoco es que sean espectaculares: de 0 a 100 km/h en 13 segundos y una velocidad punta de 120 km/h. Es normal que con esto en mente salte la pregunta de: ¿pero cómo va a ser divertido un Smart eléctrico?

Probamos el Smart Fortwo Electric Drive: la evolución del concepto original

Para empezar hay que tener en cuenta la respuesta inmediata del motor, lo que le otorga brío de distancias cortas, y, para continuar, hay que echarle imaginación, como los protagonistas de este vídeo:

La verdad es que prácticamente el 95% de las situaciones a las que se enfrenta el Smart en el vídeo a nadie se le habrían pasado por la cabeza (pero ni de lejos): derrapes en asfalto mojado (esta quizá sí), trompos, quemar rueda, salidas constantes al campo, carreras sobre grava, drift rural, ataque y descenso de empinadas cuestas, circulación por pista rota, vadeos considerables, roderas inundadas… y lo mejor de todo es que el Smart puede con todo lo que le echen.

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