Prueba Ford F-150 Lightning: ¿es una herejía este pick-up eléctrico que le gustó a Antonio Banderas?

Prueba Ford F-150 Lightning. España, en concreto, y Europa, en general, no son territorios para bicharracos como el Ford F-150, ya sea el de motor térmico (V6 o V8) de toda la vida o el flamante Lightning, el eléctrico.

Y no lo son simplemente porque ni nuestras ciudades ni las calles están preparadas para bestias pardas de casi 6 metros de longitud y 2 metros de altura, y no hablemos de los aparcamientos, donde incluso un SUV de tamaño medio se las desea.

Pero todo lo anterior no es óbice para que a algunos –como a un humilde servidor– estas máquinas enormes y exóticas nos parezcan el bicharraco móvil definitivo.

Aún recuerdo con una sonrisa en la boca cuando hace unos años pude probar en Detroit (Estados Unidos) un Ford F-350 quitanieves, tal y como puedes ver en este vídeo. 

Si a todo ello se le une el hecho de que el Ford F-150 es el modelo más vendido y exitoso de la historia de Estados Unidos y que es un icono tan vinculado a EEUU como las hamburguesas o la NBA, dar el paso y convertirlo este pick-up en un coche eléctrico, para algunos puede ser considerado una auténtica herejía...

¿Pero cómo se iba a quedar cruzado de brazos Ford después de que Elon Musk anunciara el lanzamiento del Tesla Cybertruck? Por de pronto, Ford ha golpeado dos veces, no solo por tener más experiencia en el campo de los pick-up, sino que ha lanzado antes el F-150 Lightning, mientras Tesla ha retrasado una vez más el lanzamiento por cuellos de botella en la producción.

Aprovechando que había una única unidad en Europa de tourné por el festival Starlite en Marbella, y que al actor Antonio Banderas le gustó mucho tras conducirlo un rato, AUTO BILD ha sido uno de los pocos medios a nivel europeo que ha podido probarlo por carreteras españolas. 

Ha sido una ruta corta pero suficiente para tomarle el pulso al Ford F-150 eléctrico.

Diseño e interior

Las principales diferencias en cuanto al diseño exterior del Ford F-150 eléctrico, que utiliza una plataforma dedicada, con respecto de la versión térmico se refieren sobre todo al frontal, con los LED a ambos flancos y unidos por una banda en la parte superior sobre la parrilla cerrada.

Además, en el lateral lleva impresa la denominación Lightning, mientras que en la trasera, se replica el diseño de los grupos ópticos LED en forma de U invertida.

En el interior del Ford F-150 eléctrico lo más llamativo es su superpantalla de 15,5 pulgadas (en diagonal), que, al igual que ocurre en el Mustang Mach-E, es desde donde se controla todo el sistema de infotainment, que funciona con el nuevo sistema operativo Sync 4A y que es compatible de con Android Auto y Apple Car Play.

En cualquier caso, lo más impresionante de la cabina del Ford F-150 Lightning es su enorme habitáculo (la batalla es de 3,70 metros, para una longitud total de 5,89 metros), lo luminoso que es gracias a su gran superficie acristalada y su techo panorámico. 

Cabe destacar que gracias a la ausencia de motor bajo el capó, el Ford F-150 Lightning añade a la enorme capacidad de carga de la bañera un volumen de maletero de 400 litros, lo que siempre viene bien. Además, ese maletero delantero está forrado en plástico (como el del Mustang Mach-e) por lo que se puede lavar con agua.

Además, en la cabina del F-150 eléctrico hay como en todo buen pick-up una gran cantidad de huecos portaobjetos.

Así funciona su motor y prestaciones

El Ford F-150 Lightning consta de dos motores, uno por eje, que desarrollan una potencia total de 337 kW (aquí puedes calcular la conversión a CV) en el caso de la versión con acabado Platinum, que es la que he probado. Además, existe otra variante disponible con una potencia total de 432 kW.

En ambos casos de potencia, el Ford F-150 Lightning tiene un brutal par de ¡1.051 Nm! inmediatos, lo que permite que el F-150 eléctrico de 0 a 100 km/h en tan solo 4,5 segundos.

Por otro lado, el Ford F-150 eléctrico cuenta con una batería –alojada en los bajos donde estaría el eje de transmisión– de 98 kWh, con la que consigue una autonomía homologada según estándar EPA (Enviromental Protection Agency) estadounidense de 482 km. También hay una versión de autonomía extendida hasta 514 km, gracias a su batería de 131 kWh.

La batería del Ford F-150 eléctrico se puede recargar con una potencia de hasta 150 kW, y se da la circunstancia de que como otros coches eléctricos es capaz de suministrar energía hacia el exterior, de modo que sería posible alimentar eléctricamente a una vivienda durante tres días.

Comportamiento dinámico

Como en otras ocasiones en que he tenido la oportunidad de conducir un vehículo tan único –una única unidad en Europa– y máxime teniendo en cuenta que en unas horas el F-150 eléctrico iba a ser utilizado para que un DJ hiciera una actuación pinchando en Puerto Banús, la presión es tremenda.

Tremenda porque como explicaba al principio las calles españolas no están preparadas para bestias pardas de casi 6 metros de longitud y porque solo faltaría que por un despiste le hiciera un roto... Suerte que el F-150 Lightning viene cargado con radares, sensores y sistema visión ojo de halcón, y todo eso ayuda y mucho.

Me acerco a la puerta de este pick-up eléctrico y, caramba, en unos años voy a necesitar una escalera para poder acceder a su interior. Me acomodo en el puesto de conducción, aprieto el botón de arranque y... ¡nada! Nada porque mi cerebro tenías asociada la imagen sonora de un V6 o un V8 a este bicharraco.

Inicio la marcha con suavidad y con más precaución de la habitual. Pero no puedo seguir con esta actitud de mira a mí no me toques... Y menos mal que monta un motor eléctrico, porque si lo impulsara un V6 o un V8, el propulsor me estaría regañando por ir a mínimo gas.

Así que en cuanto dejo atrás las calles estrechas y me acerco a la incorporación a la autovía, miro cien veces antes por el espejo retrovisor a ver si viene algún coche. 

No me termino de fiar del poderío de este bicho, que pesa la friolera de 6.855 libras (3.106 kg). Tres toneladas son muchas toneladas...

Campo despejado, piso el acelerador y ¡guauuuuuuu! ¡Cómo acelera! ¡Sus 1.051 Nm catapultan a esta bestia pesada como un misil tierra-tierra! ¡Qué brutalidad! Me he pegado al asiento como cuando un avión está acelerando para despegar... ¡Menudo rayo!

Tras el acelerón, voy tomando el pulso al F-150 Lightning. Impresiona ver a todos por encima del hombro (sin acritud) pero más impresiona lo estrechos que parecen los carriles.

Salgo de la autovía para ratonear un poco y comprobar el comportamiento en curva, y la física es implacable: se nota pesadote, miedo me da pasarme al girar un poco fuerte, pero eso sí, frenar, frena con contundencia.

La dirección resulta algo artificial, y las suspensiones filtran muy bien.

En cuanto al consumo, en este recorrido de unos 50 km, con el aire acondicionado activado el ordenador ha arrojado una cifra de 2.0 millas/kWh, tal y como se puede apreciar en la imagen.

La conversión de esta cifra en ese estándar se corresponde con unos 31,07 kWh/100 km, lo que pone de manifiesto que este enorme bicho tiene un consume acorde con sus dimensiones.

Precio/Rivales

El Ford F-150 Lightning no se comercializa en España y tampoco está previsto en principio que lo vaya a estar. En cualquier caso, en Estados Unidos está disponible desde 40.000 dólares (39.338 euros), aunque la versión Platinum cuesta 90.874 dólares (89.370 euros).

En cuanto a sus rivales, y hasta la llegada del Tesla Cybertruck, el Ford F-150 Lightning tiene como competidor más potente al Rivian RT1.

Conclusión

Europa y España en concreto no es tierra para pick-ups enormes como el Ford F-150 Lightning, pero considero que a la marca del óvalo le vendría muy bien traer un edición limitada al Viejo Continente aunque solo fuera como declaración de intenciones.

Sería un movimiento parecido al que hicieron en su momento con el Ford Explorer, el Ford Ranger o más recientemente con el anuncio de la llegada del Ford Bronco.

Los iconos, y Ford cuenta con unos cuantos en su portfolio, también son una buena herramienta de marketing. 

Y este Ford F-150 Lightning me ha dejado un muy buen sabor de boca lo poco que lo he podido probar. Así que, de herejía, nada de nada; el mundo está cambiando y los iconos también tienen que adaptarse a la nueva realidad.