Sin el añadido "Trophy", lo cierto es que el Renault Mégane R.S. se queda un pelín descafeinado.  ¿Puede el preparador Elia sacarle algo de este temperamento que nos falta? Es lo que vamos a comprobar en esta prueba del Elia Mégane R.S.

Disponible exclusivamente como cinco puertas, lo cierto es que el Mégane R.S. ya se ve bastante poderoso sobre el asfalto. Elia añade un faldón delantero propio, aletas laterales y agranda el difusor trasero de serie. Una apreciación visual armoniosa y sutil, que tiene un precio en torno a los 700 euros. Quien quiera, complementa la decoración con las pegatinas del coche de prueba, por unos 300 euros más.

Cambios sutiles, ¿y eficaces?

Elia integra llantas de 20 pulgadas de su propio diseño al chasis helicoidal KW Variante 3. Se ajusta la altura del chasis y la extensión y compresión, de manera que este Renault modificado es perfectamente válido para un uso diario. De hecho, nos ha resultado sorprendentemente cómodo a pesar de sus enormes ruedas grandes y el ajuste firme de la suspensión. La potencia adicional la extrae de un Tuning Box, que deja intacta la centralita original, y logra un extra de 20 CV y 36 Nm de par en su motor turbo de cuatro cilindros y 300 CV. ¿Es una notable ganancia de rendimiento? Absolutamente: aunque, con sus seis segundos de 0 a 100, el Elia pierde frente al dato de fábrica para el modelo de serie (5,8 segundos), al final logra exactamente el mismo tiempo que el original, aun cuando lleva neumáticos más grandes y cambio de manual, frente a la transmisión de doble embrague. 

Más deportivo y veloz

Y ahora llega lo bueno: la recuperación del Elia es mejor en toda las relaciones, en hasta dos segundos, lo que permite circular muy rápido sin tener que estar tirando constantemente del cambio. Pero, ¿quién se resiste a cambiar, con unos recorridos tan precisos y un escape que responde con un sonido tan cautivador a cada gesto de la mano derecha?

Una pena que los Hankook y su perfil bajo no puedan limiten a veces el agarre del eje delantero. Y es que a veces se siente al Elia llegar a su límite en tercera, cuando despliega sus apabullantes 426 Nm de par motor. Eso no significa que no permita enormes dosis de diversión. Al contrario: el Elia te marca de forma muy exacta sus límites. De modo que, cuando los conoces, incluso en modo Race liberado del ESP permite devorar una curva tras otra a la velocidad del rayo.