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Prueba del DS 4 E-Tense 225: extremo en todo (hasta en el precio)

Morro DS 4 E-Tense

El DS 4 E-Tense 225 ofrece algo que no tiene la mayoría de los coches de su segmento: la sensación de estar conduciendo algo muy exclusivo.

Podríamos empezar por su gran tecnología, el sistema híbrido enchufable o los amortiguadores gestionados por cámara. O sobre el diseño poderoso, plagado de pliegues afilados. O sobre su extensísimo equipamiento. Pero lo más llamativo, de entrada, es su nombre: DS 4 E-Tense 225 Cross Rivoli.

Y es que, de alguna manera, todo es diferente al resto de los coches en este DS. Empezaremos resumiendo: cuesta casi 50.000 euros, se conduce bien y da esa sensación permanente de llevar algo exclusivo entre manos. 

Comportamiento seguro y buenos frenos

Su conducción transmite mucha seguridad, frena muy bien, la suspensión es excelente, es muy estable en recta y, gracias a los 225 CV (y un par total del sistema de 360 Nm), acelera notablemente.

Gracias a la asistencia eléctrica del motor de gasolina de 1,6 litros, el crossover de 4,40 metros se mueve de forma fluida y silenciosa con una aceleración suave. Eso va con su apariencia elegante. 

Sin embargo, si pisas el acelerador con más fuerza, entra en escena el motor turbo de gasolina de cuatro cilindros, que a altas vueltas suena un tanto esforzado. 

Tiene cuatro modos de conducción con solo presionar un botón, y en el programa Sport, la automática permite un tirón sutil al cambiar de marcha. Una cuestión de gustos.

Los peores rivales del DS 4

Según el fabricante, el DS 4 tiene una autonomía de alrededor de 55 kilómetros de forma puramente eléctrica, modo en el que puede circular hasta los 135 km/h. En nuestra vuelta de consumo, la autonomía no pasó de 34 kilómetros.

Y es que hablamos de un peso pesado de unas 1,8 toneladas, con anchas ruedas de 20 pulgadas, que también merman un poco el confort de rodadura, con golpeteos secos sobre asfalto en mal estado. 

Asientos del DS 4

Los asientos tienen un buen agarre (menos en la zona de los hombros), su relleno es firme y la tapicería transmite calidad a la vista y el tacto, como el resto del coche. El salpicadero se presenta como una escultura de una sola pieza, el interior de cuero suave está bellamente elegido y cuidadosamente cosido. 

Lástima: la visión general es pésima, la parte trasera es muy estrecha y el concepto de funcionamiento a través del cockpit digital no es apto para impacientes. 

Cockpit DS 4

Está entronizado en una pantalla táctil ubicada en un lugar alto, incluidos los innumerables menús deslizantes anidados y un "cuadro de escritura" adicional en el área inferior del salpicadero, que no tiene una respuesta muy precisa. 

Equipado hasta los topes

Pero si hablamos de asistentes, es de los modelos más complacientes de su categoría.  se trata de asistencia al conductor, el DS 4 es uno de los tipos más complacientes. No faltan la asistencia de dirección activa, la frenada de emergencia, el control de crucero activo o las ayudas de aparcamiento.  

Zaga DS 4

La función de visión nocturna o el generoso head-up display colaboran en esa sensación de seguridad al volante. Además, el posicionamiento activo en el carril, por ejemplo, funciona con la delicadeza suficiente para no ser intrusivo, pero con la insistencia suficiente para generar confianza.

El DS 4 brilla por otro lado con soluciones originales y refrescantes, como cambiar la posición del head-up display frontal usando el botón de ajuste del espejo, los tiradores de las puertas elegantemente integrados o la función de masaje en los asientos delanteros: en el programa "Patas de gato" recibes acogedoras pataditas en la espalda. 

Etiquetas: Coches compactos

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