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Prueba Cupra Ateca: es más pequeño, pero también es genial

Prueba Cupra Ateca

Con 190 CV, acelera de 0 a 100 km/h en 7,2 segundos.

El Cupra Ateca de 300 CV fue el primer modelo que existió en la marca allá por 2019. Luego llegaron otros como el León, el Formentor, el Born, y próximamente hará lo propio el Tavascan, sí, pero el SUV compacto fue el que durante un tiempo tuvo que defender en solitario su nueva identidad. 

Y ahora, y tras un restyling en 2020, se incorpora a la familia una versión menos potente y radical que su hermano mayor. Lo cual, por otro lado, es algo genial, porque con 190 CV y tracción integral, es uno de los modelos de su gama que más me han gustado de los últimos tiempos. 

 

Mantiene ese sabor deportivo de la marca, pero sin perder el atractivo para quien no quiera o pueda pagar los 16.000 euros de más que se pide por la versión VZ de 300 CV. 

Al volante de este Cupra Ateca de acceso de gama me encuentro cómodo, gracias a unos asientos deportivos de serie que recogen muy bien el cuerpo. Creo que ofrecen un buen apoyo lumbar y para los muslos, aunque a esa sensación también contribuye que, aunque ya tiene unos cuantos años a sus espaldas, el Ateca siempre ha estado muy bien pensado.

La postura al volante es relajada y desde el puesto de conductor llegas a todos los controles sin esfuerzo, tanto a los mandos físicos del climatizador, como a la pantalla central de 9,2 pulgadas, con unos menús ordenados y que no ofrecen demasiados inconvenientes a la hora de utilizarlo. 

En marcha ofrece una buena calidad de rodadura, con una estabilidad lineal fuera de toda duda en autopista, donde avanza relajado porque su suspensión no es tan radical como en la versión más potente (puedes poner DCC por 778 euros). 

Y es que esa es una de sus señas de identidad: más tranquilo que su hermano mayor, aunque la parte buena es que mantiene algo de su carácter porque su chasis tiene una puesta a punto que le ayuda a mantener la línea sin esfuerzo, y a una dirección bastante precisa que, aunque es suave, sigue ofreciendo feedback al conductor. 

Por eso, tanto si quieres pasarlo bien en una carretera con muchas curvas (donde el tacto del freno igual te deja un poco frío), como si pretendes ir con toda la familia a comer al campo o de vacaciones en verano, terminarás con un buen sabor de boca.

Lo que menos me ha gustado es que incluso en el modo deportivo el sonido del motor no se deje notar demasiado: debería dejarse sentir más, ya que de lo que no hay duda es de que quien se hace con un Cupra busca unas determinadas sensaciones y el sonido es una parte importante.

Mi opinión

Esta versión es más tranquila que la más potente, pero mantiene ese toque deportivo que no llega a ser tan agresivo como en el caso del VZ. Aunque su motor de 2,0 litros es más suave y lineal, también tiene carácter: sin duda es una alternativa muy recomendable.

Etiquetas: SUV

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