Prueba del Abt R8 XGT: un coche de carreras para carretera abierta

Cada año, el equipo de Abt sorprende como una caja de sorpresas. No nos referimos a los éxitos en la DTM, sino a los automóviles de calle, los realmente rápidos. Sí, los Abt pueden serlo, no solo con adornos y suspensiones bajas, como muchos podrían pensar, y lo han demostrado una y otra vez a lo largo de los años. Como con este Audi R8 que ves aquí. 

Un deportivo para salir del circuito

A mediados de 2023, cuando aparecieron fotos de un R8 GT2 con matrícula, algunos rumoreaban sobre un nuevo súper R8 de Audi. Especialmente porque se vio a Frank Stippler al volante. Pero nada de eso, fue obra de Abt Sportsline. Los habitantes de Allgäu habían comprado rápidamente los últimos 99 automóviles de carreras GT2 después de la retirada de Audi Sport Customer Racing, aplicaron su eterno lema "competición para la calle" en forma del XGT. Y esta vez, sin peros. No es un R8 civil modificado, sino un coche de GT2 adaptado para circular por carretera.

La idea fue concebida hace dos años por Hans-Jürgen Abt, el director ejecutivo Thomas Biermaier y el socio Christian Scherer. Los profesionales de las carreras Kelvin van der Linde, Martin Tomczyk, Frank Stippler y Ricardo Feller se turnaron al volante durante las pruebas de desarrollo. 

Con alrededor de 40 aprobaciones individuales, el proceso de homologación de varios meses superó el marco de un desarrollo clásico de vehículos. Las adaptaciones técnicas incluyeron áreas tan complejas como la gestión térmica y el sistema de diagnóstico del vehículo. Además, se tuvieron que integrar en serie sistemas como el de tanques, freno de mano, cierre centralizado, aire acondicionado, inmovilizador y se instaló un cuadro de instrumentos para uso civil.

Cockpit como el de un coche de carreras

La consola central es más ordenada en comparación con un automóvil de carreras GT2 real (encendido, marcha atrás, ajuste de la caja de pedales), el volante abierto hacia arriba está notablemente menos equipado que en el coche de competición. Aquí se encuentran el botón de inicio, el control de tracción y el claxon. Las palancas de intermitentes y limpiaparabrisas son como en un R8 normal. Pero eso no es todo. Para evitar problemas con el ruido y las emisiones de CO2, se modificó y ajustó un sistema de escape de Lamborghini para luego cumplir con las normas de emisiones del KBA.

¿Más aún? Sí, se sacrificó un automóvil para las pruebas de choque. ¿Tecnología? Suspensión ajustable solo en dos direcciones en lugar de las cuatro del GT2/GT3, ABS ajustable de ocho en lugar de doce posiciones, frenos Brembo directamente del automóvil de carreras. ¿Ruedas? En lugar de neumáticos slicks de 18", se utilizan llantas forjadas de Abt en 19/20" con semislicks. El XGT se entrega con neumáticos Pirelli Trofeo R, y opcionalmente con Michelin Cup 2 R.

¿Peso? 1.450, un poco más de 200 kilos extra respecto al R8 de carreras. ¿Transmisión? La de doble embrague de siete velocidades del R8 de serie. ¿Potencia? 640 CV como en el GT2. 

Comportamiento

Se podrían contar muchos más detalles, pero quiero ponerme al volante de una vez. Quiero saber cuánto de coche de carreras aún queda en este bólido para calle. Hace solo unas semanas conduje el GT3 LMS Evo II en una prueba en el Lausitzring. Y es exactamente aquí donde estamos hoy. Junto con el equipo de Abt, mecánicos, cuatro juegos de neumáticos nuevos y mantas térmicas. Los Abt se lo toman en serio. Y el clima colabora: aunque está nublado, la temperatura está por encima de los 10 grados.

Primero, verifico la idoneidad para la calle. Así que primero voy a una gasolinera en Senftenberg. Me meto en el asiento baquet, ajusto los cinturones de seis puntos, le doy al encendido, presiono el botón de inicio, meto la primera marcha con las levas y arranco. Es ruidoso, oh sí. Las piedras golpean en los pasos de rueda, se ve lo suficiente por los espejos retrovisores, el viaje a la vida civil es sorprendentemente cómodo y fácil.

De vuelta en la pista, el ingeniero de carrera Leon Wippersteg ya está esperando. Un maniático en estrategia, configuración y análisis de datos, tiene un papel importante en los éxitos del piloto de Abt Kelvin van der Linde. Y Leon también sabe conducir. Tan bien que revisa la configuración del XGT en unas pocas vueltas a Lausitzring y realiza pequeños ajustes. El pulgar de Leon se levanta, me pongo el casco y allá vamos.

La aerodinámica doma los 640 CV

Es sorprendente, el coche te da confianza desde el principio, siento un control total. Las primeras vueltas las realizo aún con ayuda del control de tracción, la suspensión se ajusta perfectamente, noto un ligero subviraje en una rápida curva a la derecha, pero el eje trasero ya muerde con fuerza, la transmisión es rápida, pero no tan brusca como una de carreras. Los 640 CV se sienten domados en las rectas con el alerón trasero y toda la parafernalia aerodinámica. 

De vuelta al box, con Leon, hago breve resumen de mis impresiones, mientras instalan un juego nuevo de neumáticos Cup 2 R calentados y listos. En la primera vuelta, las gomas delanteras aún no están completamente dispuestas a trabajar, llegan ligeros subvirajes en dos curvas, luego en la segunda vuelta todo encaja. 

Velocidad máxima de 253 km/h, mientras el líder actual Ferrari 296 GTB fue 20 km/h más rápido aquí. Entrando al “infield”, la línea más estrecha, en el vértice piso tempranamente el acelerador. En la ondulación en la subida a la izquierda del óvalo, sin derrapes, ya soy dos décimas más rápido que el Ferrari. Frenada tardía en la estrecha izquierda, la trayectoria no podría ser más exacta.

Nadie ha sido más rápido que el XGT

Luego, ligero subviraje en la derecha, pero con mucha confianza y velocidad en la recta, el motor de diez cilindros grita fuerte detrás, y yo tengo una amplia sonrisa bajo el casco. Otra vez frenada tardía, los discos están al rojo vivo, el pedal se ablanda, pero también aquí, logro una línea ideal en su máxima expresión.

Línea estrecha hacia la recta de meta, la sensación visceral dice que es rápido, pero el coche es un poco más rápido aún que mis pensamientos. De vuelta en el box, Wippersteg levanta las manos: "¡Cronometrado manualmente por debajo de 1:26!" Salto rápido fuera del asiento, casco fuera, tarjeta de memoria en la computadora, ¡sensación perfecta! 1:25,76 minutos, ¡nuevo récord en el Lausitzring!

Conclusión

Felicidades a Kempten, gracias por la valentía, querido Hans-Jürgen Abt y Thomas Biermaier. Con el XGT, tienen otro automóvil ganador en su establo, además de los muchos Audi DTM antiguos y nuevos.