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Prototipos olvidados: Peugeot Quasar de 1984

Nacho de Haro

El Peugeot Quasar debutó hace 33 años en el Salón de París como un prototipo futurista de alto rendimiento. Un superdeportivo, ahora prácticamente olvidado, que estaba equipado con un motor de 600 CV de potencia.

Una nueva entrega en la saga de artículos sobre prototipos olvidados o abandonados, esta vez centrada en el sorprendente Peugeot Quasar de 1984. Tras el Audi Avus quattro Concept o el Ferrari F.Z.93 Zagato, dos de los últimos modelos de los que te hemos hablado, volvemos a la carga centrándonos en el que probablemente es uno de los vehículos conceptuales de Peugeot más desconocidos y, al mismo tiempo, más impresionantes. Porque bajo esa apariencia de superdeportivo futurista se escondía, entre otras cosas, el motor del 205 T16 del Grupo B potenciado hasta los 600 CV.

El prototipo Peugeot Quasar fue la estrella del estand de la marca francesa en la edición de 1984 del Salón de París, donde debutó ante el público por primera vez como la evolución más radical inimaginable del Peugeot 205. De hecho, bajo esa apariencia de modelo conceptual futurista se esconden los principales elementos mecánicos del famoso Peugeot 205 T16 de rally. La llamativa carrocería fue ideada por Gérard Welter, el por aquel entonces jefe de diseño de la marca en el centro de La Garenne (Francia); mientras que del interior se encargó Paul Bracq, que se sumó a las filas de Peugeot en 1974 tras su paso por Mercedes y BMW.

En aquel momento, el Peugeot 205 de calle ya se había convertido en un éxito comercial. Así que para explorar el lado más salvaje del modelo, los diseñadores tomaron como base el mencionado bólido del Grupo B. El motor 1.6 turboalimentado ubicado en posición central trasera y con 600 CV, la suspensión, los frenos e incluso, el sistema de tracción a las cuatro ruedas… todo provenía del coche que más tarde lograría hacerse con dos títulos mundiales. Exteriormente, llamaba mucho la atención por la gran bóveda acristalada que hacía las veces de techo y parabrisas.

Las puertas se abrían de forma parecida a las de un Lamborghini Countach. En el habitáculo, con dos asientos, dominaban los tonos rojos, presente en casi todos sus elementos: desde la palanca de cambios hasta el volante o el salpicadero. Otro aspecto llamativo era el panel de instrumentos, totalmente digital (firmado por Clarion) y, como gran avance, el Quasar también incorporaba un navegador anticipándose de esta forma varios años a la introducción de esta tecnología en los automóviles de producción en serie.

Uno de los detalles que más sorprenden de este prototipo olvidado es que los diseñadores buscaron mostrar intencionadamente determinados componentes mecánicos que generalmente quedan ocultos a la vista. El motor, por ejemplo, se podía ver desde cualquier ángulo de la trasera, con sus escapes asomando como dos grandes trompetas; los brazos de los pedales de acelerador, freno y embrague quedaban expuestos; no había un paragolpes trasero que ocultara el diseño de las suspensiones…

Aunque el Peugeot Quasar no se materializó en un automóvil de producción, el concepto que introdujo tuvo continuidad en la década de 1980 con dos prototipos más: el Peugeot Proxima y el Oxia. Estos dos modelos conceptuales llevaban al extremo la propuesta del Quasar, cada uno en una dirección. El Proxima con un aire todavía más adelantado a su tiempo y el Oxia, más próximo a un vehículo de producción en serie. En la galería de imágenes tienes fotos tanto de estos últimos como del Quasar.

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