Así es el nuevo logo de BMW, ¿te convence?

Cualquier empresa es consciente de lo difícil que es hacerse con una imagen corporativa fácilmente reconocible por el público. Una parte importante de ella es el logo, básicamente el representante de la compañía y que debe ser identificable de un solo vistazo. Es por eso que cualquier cambio de logotipo es un paso complicado, que hay que pensar bien y al que, por mucho esfuerzo que se le dedique, siempre va a generar algo de controversia. En los últimos meses hemos asistido al nacimiento del nuevo logo de BMW, ¿qué os parece?

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Se presentó hace solo unos días sobre el BMW Concept i4, prototipo que adelanta la futura berlina eléctrica de la marca, que está previsto que llegue en 2021. Al principio no quedo claro si sería el nuevo logo que lucirían los BMW, pero pronto la marca alemana aclaró que, al menos de momento, se trata de una nueva identidad corporativa que se utilizará en material promocional tanto online como offline.

Así es el nuevo logo de BMW

La firma ha apostado por la sencillez y la simplicidad, conservando su característica forma redonda, su nombre en la parte superior y el circulo interior dividido en cuatro secciones de colores blanco y azul, pero ahora se trata de un logotipo completamente plano, en 2D y sin profundidad. No es ese el mayor cambio, aunque lo pueda parecer: la mayor novedad está en que la circunferencia exterior, hasta ahora de color negro, pasa a ser transparente. Esto le dará a la marca mucho juego en anuncios, vallas publicitarias, etc.

La evolución de logo BMW

Como se puede ver en la imagen, la evolución de logo de bmw ha ido creciendo en complejidad de manera constante hasta hora, donde se ha revertido la tendencia.

En 1917 quedó establecida la base, con el nombre en la parte superior, la circunferencia exterior en color negro y el interior bitono en honor los orígenes en el mundo de la aviación del fabricante. También incluía el color dorado, algo que solo se mantuvo hasta su segunda evolución, pero que se ha perdido ya.

Ésta llegó en el 33, que trajo consigo como principales cambios y aumento del grosor de todos los elementos dorados y un oscurecimiento general de todos los colores. 

No fue hasta el 53 cuando se produjo la evolución hacia el logo moderno, descartando el dorado para reemplazarlo por el blanco, y cambiando la tonalidad del azul. Tan solo 10 años después apareció la cuarta versión, que estableció el tono azul usado actualmente y eliminó el serif de las letras de BMW, consiguiendo un conjunto más limpio y menos recargado.

Su diseño convenció en la compañía puesto que aguantó intacto más de tres décadas, hasta que en el 97 se optó por dar el salto a la tridimensionalidad, dando una mayor sensación de volumen gracias al uso de luces y sombras. De hecho, parece que seguiremos todavía un tiempo con él, puesto que su uso se va simultanear (aplicado a los coches) con el empleo del nuevo (en cuestiones corporativas).

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