El nuevo impuesto de matriculación hará que tu coche sea más caro

En la hoja de ruta del nuevo Gobierno se incluyen numerosos cambios y el mundo del motor no es ajeno a ellos. La fiscalidad de los coches va a ser modificada con un objetivo principal: la descarbonización. ¿Cómo pretenden hacerlo? Introduciendo reformas en el Impuesto de Matriculación para favorecer a los vehículos de cero emisiones, según informa El Mundo. Una medida que, sin embargo, penalizará al resto: híbridos y coches de gas incluidos.

Impuestos de matriculación y circulación más caros para los coches que más contaminan

La Unión Europea (UE) pretende que dentro de veinte años, es decir, en 2040, todos los coches nuevos que se vendan sean de cero emisiones. O lo que es lo mismo: eléctricos. Sin embargo, este solo es el principio de su plan ya que su objetivo pasa porque todos los coches que circulen dentro de la Unión Europea estén libres de emisiones en 2050. Para ello ha pedido a los países miembro que se descarbonicen.

Atendiendo, pues, a las directrices de la UE, Teresa Ribera, vicepresidenta y ministra de Transición Ecológica tiene ante sí el reto de descarbonizar nuestro país. Y todo apunta a que la primera medida que pondrá en marcha será la modificación del Impuesto de Matriculación para favorecer a los coches eléctricos por delante de híbridos, enchufables, vehículos de gas, diésel y gasolina.

Antes de analizar la reforma fiscal, es necesario recordar cómo es el Impuesto de Matriculación hoy en día. Cuando vamos a comprar un coche nuevo, la cantidad que pagamos de este tributo depende de los gramos de dióxido de carbono (CO2) que emite el propio vehículo. Unas cifras que están divididas en tramos:

• Si sus emisiones son inferiores a 120 g/km: no pagaremos.
• Si las emisiones del coche están entre 121 y 160 g/km: pagaremos un 4,75%.
• Si las emisiones del coche están entre 161 y 199 g/km: pagaremos un 9,5%.
• Si las emisiones del coche superan los 200 g/km: pagaremos un 14,75%.

El nuevo Impuesto de Matriculación

La reforma fiscal que el Gobierno tiene en mente tendría un claro beneficiado: el coche eléctrico puesto que es el único que, al circular, no genera emisiones. Y siempre que una norma favorece a alguien, perjudica a otro. En este caso se trata del resto de vehículos porque todos emiten gases: diésel, gasolina, híbridos, híbridos enchufables y de gas. Así las cosas, los nuevos tramos del Impuesto de Matriculación serían los siguientes:

• Emisiones inferiores a 49 g/km de CO2: 2,75%
• Emisiones entre 50 y 80 g/km de CO2: 4,75%
• Emisiones entre 81 y 120 g/km de CO2: 7%
• Emisiones entre 121 y 140 g/km de CO2: 9%
• Emisiones entre 141 y 160 g/km de CO2: 11%
• Emisiones entre 161 y 170 g/km de CO2: 12%
• Emisiones entre 171 y 190 g/km de CO2: 13 %
• Emisiones entre 190 y 199 g/km de CO2: 14 %
• Emisiones superiores a 200 g/km de CO2: 15%

Las consecuencias del nuevo Impuesto de Matriculación

La reforma del citado tributo tendrá un par de consecuencias, evidentemente. La primera de ellas afecta a los conductores ya que el precio de los coches nuevos subirá, de media, unos 1.500 euros.

La segunda repercutirá en las arcas de las Comunidades Autónomas. Son ellas las que gestionan el Impuesto de Matriculación y si éste sube, la recaudación también lo hará. Las previsiones aseguran que, a corto plazo, duplicarían sus ingresos ya que tres de cada cuatro de vehículos tendría que pagar este tributo. Y es que hasta ahora, el 75% de los coches no pagaban porque su nivel de emisiones estaba por debajo de los 120 g/km.