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Mini Cooper, por qué su futuro es eléctrico

Mini Cooper eléctrico
2025 es la fecha clave.

En los últimos meses (sobre todo en las últimas semanas) han sido muchos los fabricantes que han anunciado sus planes de electrificación y, para sorpresa, en la mayoría de los casos se trata de hojas de ruta cuanto menos optimistas que apuntan a cambios radicales en menos de una década. Mini ha sido uno de los que ha adelantado cuáles son sus planes a corto y medio plazo, que han dejado más que claro que el futuro del Mini Cooper es eléctrico.

2025 es el punto de inflexión

Oliver Zipse, Presidente del Consejo de Administración de BMW, lo confirmó hace unos días: 2025 será el último año en el que se lance un nuevo modelo de Mini equipado con un motor de combustión tradicional.

¿Significará eso que desaparecerán de la gama por completo? No necesariamente y es que, atendiendo al objetivo de la marca de que dos años después, en 2027, el 50% de sus ventas correspondan a modelos de cero emisiones, parece claro que se seguirán ofreciendo alternativas electrificadas en forma de híbridos, seguramente híbridos enchufables, que es el campo en el que la firma tiene experiencia.

VÍDEO: Mini Cooper SE, lo probamos en circuito

Principios de 2030, el siguiente paso

La entidad ya ha declarado que su objetivo último es convertirse en una marca 100% eléctrica, algo que esperan cumplir a principios de 2030, aunque no se haya dado la fecha concreta en la que llegará a producirse el cambio total. Tiene cierta lógica que no sea justo en 2030 ya que ese último modelo con motor de combustión solo tendría cinco años de antigüedad y todavía le debería quedar alguno más en su ciclo de vida.

Si queda claro que durante ese lapso de años las mecánicas híbridas irán desapareciendo de la gama hasta quedar conformada en exclusiva por motores 100% eléctricos.

Un modelo por el momento, al menos otro en camino

Actualmente la marca solo ofrece un modelo de cero emisiones, el Mini Cooper SE, que desarrolla 184 CV, tiene una batería de 33 kWh y homologa una autonomía de 234 kilómetros por carga. Sin embargo, todo apunta a que pronto tendrá compañía ya que los rumores señalan que en 2023 el primer coche electrificado de la casa, el Countryman, que se vende como híbrido enchufable, tendrá un reemplazo completamente eléctrico.

No se han desvelado detalles del mismo, pero parece lógico que comparta sistema de propulsión con su hermano, solo que ofrecido en un formato más espacioso y de corte SUV para llegar a un mayor número de clientes.

Un movimiento lógico

Aunque el mercado en general apunte en dirección eléctrica, en casos como el del Mini Cooper tiene todavía más sentido adoptar la fórmula de las cero emisiones. Aunque tenga un tamaño mayor que el original, sigue teniendo cierta concepción urbana, ámbito en el que un eléctrico saca a relucir sus mejores virtudes. Además, se puede achacar al Cooper SE que con su actual batería y alcance se puede quedar corto a la hora de salir de la ciudad, pero en los próximos años se avanzará en este campo, así que cuando la gama esté formada únicamente por modelos a pilas, éstos serán más capaces.

Es más, optar por este camino implica seguir los pasos de otro automóvil con cuya historia comparte muchos paralelismos: el Fiat 500. El italiano ha dado el salto a las mecánicas eléctricas recientemente, movimiento que se antoja acertado para perfeccionar su fórmula urbanita. Eso sí, a su favor cuenta con presentar dos alternativas distintas, una de las cuáles supera los 300 kilómetros de autonomía, lo que potencia su versatilidad.

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