Mercedes Clase G o Ford Bronco, buscamos el 4x4 más auténtico que queda en el mercado

A continuación, nos proponemos una tarea difícil en los tiempos actuales, no tanto hasta hace varios años. Queremos dar con el 4x4 más auténtico que queda en el mercado, eligiendo entre dos de los máximos representantes del segmento de los todoterrenos: Mercedes Clase G o Ford bronco, ¿cuál será el mejor?

La tarea es difícil (no imposible), porque los todoterrenos como tipo de vehículo se han desinflado en los últimos años, a medida que los SUV acaparaban más presencia en el mercado. 

Históricamente, los vehículos 4x4 han gozado de mucha popularidad y no se puede decir que hayan dejado de gustar a buena parte del público. El problema es que los todoterrenos cubrían unas necesidades específicas y no eran tan cómodos para uso diario y viajar. 

Los SUV vienen a resolver ese ‘problema’. Tienen aspecto de 4x4, con diseños robustos, estética off-road, etc., pero nada más. En la práctica, se parecen más a un turismo que a un todoterreno. Dicho de otra manera, son turismos con un puesto de conducción más alto (lo cual gusta mucho) y con estética 4x4. 

Prueba: Ford Bronco Badlands, el 4x4 más genuino hace honor a su fama

La consecuencia de esto ha sido un aluvión de todocaminos a lo largo de la pasada década que han canibalizado otros segmentos hasta ahora tradicionales, como el de las berlinas. También han sucumbido los coches familiares, los monovolúmenes y… los todoterrenos.

Hoy en día quedan ya pocos todoterrenos puros, de los de verdad. Es decir, vehículos con mucha altura libre al suelo, tracción total permanente, reductora y bloqueo del diferencial. Pero todavía hay esperanza con el Mercedes Clase G y el Ford Bronco, dos opciones para los verdaderos amantes de los coches 4x4.

Mercedes Clase G

Antes de nada, hay que decir que al Mercedes Clase G le queda poco tiempo de vida. Así que, si estás planteándote comprar uno, deberías darte prisa, porque Mercedes anunció este año el final de su producción, exactamente, el próximo 31 de marzo de 2024, en la factoría de Magna en Graz, Austria.

Antes de que eso suceda, la marca alemana va a aplicar un lavado de cara al Clase G, mientras ultima la llegada de una nueva generación que será totalmente eléctrica, denominada Mercedes EQG, convirtiéndose en un nuevo integrante de la familia EQ de Mercedes.

El Clase G es uno de los todoterrenos del mercado más apreciados y reconocidos por sus excelentes dotes fuera del asfalto y por su diseño clásico, que apenas ha variado desde que llegó al mercado en 1979. Sirva como ejemplo de esto que aún conserva las puertas con bisagra. 

El Clase G es un excelente todoterreno, porque está construido a la manera tradicional: tiene un chasis de largueros y travesaños, tres diferenciales bloqueables, reductora y una distancia al suelo generosa, de 24,1 centímetros. Todo esto le permite superar cualquier obstáculo que se monta por delante. 

A esto hay que añadir una capacidad de vadeo de 70 centímetros y unos buenos ángulos de entrada, ventral y salida: 31, 26 y 30 grados, respectivamente. Además, la generación actual cuenta con suspensión delantera independiente de doble horquilla, mientras la trasera sigue siendo un eje rígido con una barra Panhard, que sujeta lateralmente la carrocería. 

Mecánicamente, Mercedes ofrece tres versiones: un diésel G 400d, con un bloque de seis cilindros en línea y 3.0 litros que rinde 330 CV y 700 Nm de par; una de gasolina G 500, con un V8 de 4.0 litros de 421 CV y 620 Nm de par; y el impresionante G 63 AMG, con el mismo V8 pero elevado hasta los 585 CV y 850 Nm de par.

Ford Bronco

Por su parte, el Ford Bronco es otro clásico entre los clásicos en Estados Unidos que ha vuelto después de muchos años de ausencia (desde 1996). Y lo ha hecho con la buena noticia de que también lo tenemos en Europa. 

Tiene muchas similitudes con el Clase G: un diseño retro, caracterizado por las formas cuadradas y los faros redondos, un chasis de largueros y siete travesaños, suspensión delantera independiente y trasera de eje rígido, tracción total, reductora y bloqueo del diferencial, aunque con matices.

El Bronco está disponible en dos versiones: Outer Banks y Badlands. El primero tiene un sistema de tracción total en el que se puede elegir entre circular con tracción trasera (2H), a las cuatro ruedas en relaciones largas (4H) o a las cuatro ruedas y relaciones cortas (4L). El Badlands tiene un sistema diferente y añade un modo con tracción total automática. 

Ambas versiones tienen de serie un bloqueo de diferencial trasero, pero el Badlands añade otro central y delantero, más la desconexión de la barra estabilizadora delantera para aumentar el recorrido de la suspensión. También es diferente la altura libre al suelo: 23,7 centímetros en el Outer Banks y 26,1 centímetros en el Badlands.

Como vemos, el Bronco es un poco más bajo que el Clase G. sin embargo, tiene una capacidad de vadeo mayor: 80 centímetros en ambos modelos. En cuanto a los ángulos de ataque, ventral y salida, son diferentes según la versión:

• Outer Banks: ataque 38,1/ventral 21,9/salida 31,4.
• Bandlands : ataque 40,6/ventral 23,6/salida 33,3.

A todo esto hay que añadir un selector de modos de conducción (GOAT, Goes Over Any Type of Terrain) y ayudas electrónicas para una conducción todoterreno, como el sistema Trail Control (una especie de programador de velocidad off-road), el Trail Turn Assist, que frena la rueda trasera interior para reducir el radio de giro hasta en un 40 %, y el Trail One-Pedal Drive, que permite circular usando sólo el acelerador, parecido a los coches eléctricos.

Sólo hay una motorización para el Bronco en Europa. Se trata de un motor V6 EcoBoost de 2.7 litros turbo e inyección directa que desarrolla 333 CV y 563 Nm de par, unido a una transmisión automática de diez velocidades. 

Conclusiones 

A modo de conclusión, podemos decir que estamos ante dos monstruos de la conducción todoterreno y que sólo el precio puede decantar la compra hacia el Mercedes Clase G o el Ford Bronco.

Porque existe una distancia abisal entre ambos. El Clase G arranca en 148.224 euros, en la versión G 400d, mientras que el Bronco parte desde los 87.094 euros. La diferencia también es importante en cuanto a calidad de construcción, materiales, lujo… Todo esto reboza en el alemán.