Max Verstappen, o el 'nuevo Senna' de Helmut Marko

Cuando Max Verstappen llegó a la Fórmula 1 en 2015, lo hizo generando un gran revuelo a su alrededor. El holandés apenas contaba con 17 años de edad, y había hecho su primer test con solo 16. Red Bull había visto su crecimiento desde el karting, donde Max lo ganó prácticamente todo, y no quería dejarlo escapar.

Poco les importó que el holandés solo hubiese completado una temporada en monoplazas en la Fórmula 3: le subirían a un F1 para evitar que Mercedes - que también estaba detrás de él - se hiciera con sus servicios. 

Solo Red Bull, con dos equipos en la parrilla, estaba dispuesto a darle un asiento a Verstappen y a correr ese riesgo... aunque eso también complicase el salto a la parrilla de Carlos Sainz, que no vio su presencia en la parrilla asegurada hasta que Vettel se marchó a Ferrari, provocando el ascenso de Kvyat - destinado a ser el compañero de Max en 2015 en Toro Rosso - a Red Bull y liberando así su asiento.

Helmut Marko, uno de los principales defensores de Verstappen y una de las primeras personas que confiaron en él a ciegas a pesar de su juventud y su falta de experiencia, justificó de todas las formas posibles su fichaje, aunque esto dejara fuera de la parrilla a Sainz (a priori, aunque hubiese ganado las World Series), o a Jean-Éric Vergne.

Una de las declaraciones más sonadas tuvieron lugar a mediados de septiembre de 2014, cuando Max apenas acababa de realizar su primer test al volante de un F1. Lo que Marko había visto del holandés le permitía llegar a compararle con Ayrton Senna. "Es un talento excepcional, uno de esos que aparece una vez en décadas...", dijo el austriaco en una entrevista a la web oficial de la F1.

Cuando le preguntaron que con qué otro piloto le compararía, Marko soltó la 'bomba', unas palabras que sabía que tendrían una visibilidad mundial generando cierta polémica y le permitirían justificar tan arriesgado movimiento. Arriesgado, sobre todo, ante el resto de Red Bull y ante la imagen de la F1, puesto que era en cierto modo un riesgo 'controlado'. 

Como hemos visto en muchos años, si un piloto no rinde en Toro Rosso (o ahora AlphaTauri), ni a Helmut Marko ni al entorno del equipo le tiembla la mano a la hora de despedirlo. Hace unos meses, sucedió con Nyck de Vries, que fue despedido después de solo 10 carreras como titular.

"Probablemente (le compararía) con Ayrton Senna. No hay que fijarse en su edad. Ha estado hablando con gente experta en el desarrollo de jóvenes y todos dicen que tiene una mentalidad de alguien de 22 más que de 16 años", dijo Helmut.

"En cuanto a sus habilidades al volante, lleva compitiendo desde que tenía cuatro años profesionalmente. Así que esperamos que sea competitivo desde la primera carrera. No estamos jugando a la lotería, sabemos lo que hacemos. Y el éxito nos da la razón", añadió.

La expectativa de Marko se cumplió y Verstappen estuvo en los puntos desde prácticamente el inicio de la temporada. Ya en su segunda carrera, en Malasia, logró el séptimo puesto. En un curso que comenzó muy ajustado con Carlos Sainz, y donde la agresividad en pista se convirtió en una (arriesgada) cualidad de su conducción, Verstappen ya había demostrado suficiente a Red Bull.

Los dos cuartos puestos conquistados en Singapur y Estados Unidos, unidos a que Daniil Kvyat cometió algunos errores al inicio de la siguiente temporada, en 2016, permitieron a Max dar el salto a Red Bull desde el GP de España en adelante. 

Verstappen ganó aquella carrera, la primera de muchas,... y vaya si recompensó el riesgo de Marko y el resto de Red Bull. Pronto Max maduró, dejando atrás los errores por su excesiva agresividad, y pasó a ser tremendamente efectivo. 

En 2021, midiéndose y batiendo a Lewis Hamilton por el título en una batalla hasta la última vuelta de la última carrera - polémicas aparte - dio un golpe sobre la mesa. Se confirmaba su madera de campeón.

Tricampeón del mundo de F1... como Ayrton Senna

Comparar a pilotos actuales con viejas glorias o leyendas no es especialmente elegante, sobre todo porque es injusto para ellos. Ahora tenemos más de 20 carreras en el calendario, los coches de F1 son muy diferentes, apenas se rompen, y los pilotos no se juegan la vida del mismo modo... pero los números son los números.

Y, desde ahora, Max Verstappen es tricampeón del mundo... como lo fueron Ayrton Senna, Jackie Stewart o su suegro, Nelson Piquet. Ahora sí que podemos dar la razón a Helmut Marko. Helmut no se equivocó al ver en él a un futuro Senna, al menos con los números en la mano y, quizás tampoco falló en lo que a estilo de conducción y a explosividad-efectividad se refiere.

Pero Max ya se ha hecho un nombre propio en la F1. Se ha hecho un hueco en el Olimpo de los Campeones de la categoría reina del automovilismo, y es difícil hacer previsiones de hasta dónde llegará.

Ahora mismo, junto a Red Bull, ha conseguido reunir un equipo tremendamente competitivo, donde no tiene a su mayor rival en casa - como Prost lo fue para Senna, Mansell para Piquet o Hunt para Lauda -, así que siempre que tenga un buen coche y el equipo no cambie, parece que será imparable...