Intel y Warner Bros desarrollarán experiencias de entretenimiento en vehículos autónomos

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La mente humana se adelanta al futuro, no hay ninguna duda. Desde que el escritor Julio Verne visionara varios momentos que finalmente llegaron a ocurrir, no tenemos dudas de que el poder de la imaginación es capaz de imaginar cosas que aún no han llegado. En este caso, no hablamos de algo que no sea más presente que futuro, pero si se trata de una tecnología que todavía no ha sido desarrollada en su totalidad pero que ya cuenta con diferentes aplicaciones. Hablamos de la conducción autónoma y en entretenimiento cuando la practicamos, pues hoy se ha hecho oficial un acuerdo de Intel y Warner Bros para el desarrollo de experiencias de entretenimiento en vehículos autónomos.

Aún no convivimos con la conducción autónoma y ya se comienzan a desarrollar aplicaciones para que “matemos el tiempo” mientras viajamos en el coche sin que tengamos que estar pendiente de la carretera. Las empresas Intel y Warner Bros acaban de firmar un acuerdo para desarrollar AV Entertainment Experience, una firma que se encargará del entretenimiento en los coches autónomos. Una vez que este tipo de tecnología se haya implantado, tendremos mucho tiempo en el coche, todo el que dedicábamos a la tarea de conducir. Momento en el que podremos aprovechar para trabajar o entretenernos en otro tipo de labores.

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“La conducción autónoma representa la mayor revolución a día de hoy, con una nueva plataforma para la innovación, desde el diseño y entretenimiento a bordo a sistemas de seguridad para salvar vidas”, afirmaba el consejero delegado de Intel, Brian Krzanich. “Creemos que los pasajeros no solo consumirán películas y televisión, sino que además imaginamos a los ocupantes disfrutando de experiencias envolventes en realidad virtual (RV) y realidad aumentada (RA) a bordo.”

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Intel también ha destacado el aumento en materia de seguridad que experimentarán los vehículos con esta tecnología. Esta empresa y la tecnológica Mobileye ha propuesto un modelo matemático que evite que los equipos emitan comandos erróneos y provoquen un accidente. Se llama Responsibility Sensitive Safety y tiene como objetivo garantizar que todo en el vehículo autónomo funcione correctamente. Y es que, en este caso, cualquier detalle puede costar caro.