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Informe biomecánico: 'artimaña' de aseguradoras para no pagar

Accidente coche
Los informes biomecánicos no constituyen prueba para evitar una reclamación por lesiones.

Cada vez con más frecuencia, las compañías aseguradoras intentan utilizar el testimonio de ingenieros biomecánicos para rebajar o incluso negar la reclamación de los daños sufridos en un accidente de circulación. 

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Los casos en los que los biomecánicos intervienen con mayor frecuencia son aquellos en los que se producen lesiones en los tejidos blandos, mayoritariamente, en el “latigazo cervical”, aunque este tipo de valoraciones se está ampliando también a otras partes del cuerpo (rodilla, caderas, hombro, etc). Pero no se puede anteponer nunca un criterio mecánico o técnico a un criterio médico. En este sentido, las entidades aseguradoras se sienten protegidas con la reforma del sistema de valoración de daños y perjuicios causados, que entró en vigor el 1 de enero de 2016, y que recoge, para el caso concreto de lesiones en las cervicales, que el umbral del daño en una lesión es algo muy personal. 

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Informe biomecánico: 'artimaña' de aseguradoras para no pagar

El mayor inconveniente surge cuando no se cuenta con datos suficientes del siniestro y, en concreto, cuando existe una  “ausencia de daños en el vehículo”, por lo cual se deduce que algunas conclusiones a las que se llega a la hora de cuantificar las lesiones caen en la fantasía. 

Aunque en otros países señalan en sus leyes que “los estudios de biomecánica no sirven para imputar o no un hecho traumático específico ante unas lesiones concretas”, últimamente, los abogados que representan a las compañías de seguros requieren la reconstrucción del accidente mediante expertos en ingeniería biomecánica para dar apoyo a su defensa. Sin embargo, el testimonio de muchos de ellos se basa únicamente en unas imágenes que muestran el mínimo daño del vehículo sufrido en un accidente y, a partir de ahí, aseguran que el perjudicado no puede haber sufrido unas lesiones de importancia relevante en dicho siniestro. 

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La recepción o la carga de prueba de estos informes, no deben preocupar a un abogado especialista en la reclamación de lesiones en accidentes de tráfico, pues una buena declaración del perjudicado, acompañada de la documentación médica acreditativa de las lesiones, con el correspondiente diagnóstico, tratamiento y secuelas, evaluadas por el médico forense o perito especialista, logra evidenciar el erróneo planteamiento de dichos informes.

Es importante subrayar que existen estudios del incremento de las lesiones cervicales en siniestros de poca intensidad, que establecen que el aumento de estas deriva de una mayor resistencia de las carrocerías a las colisiones leves, evitando así que se sufran deformaciones importantes en choques de baja intensidad.

De lo anterior se deduce que, pese a las expectativas de la aseguradora en utilizar informes biomecánicos para reducir el pago de indemnizaciones, estos carecen de la carga probatoria para desvirtuar las pruebas médicas y forenses. Y dado que para la emisión del informe biomecánico no se analizan muchas variables que influyen en el resultado lesivo del accidente (altura de la víctima, sexo, posición en el automóvil, peso del vehículo, cinturones de seguridad...), el no análisis de todas y cada una de ellas por parte del perito eliminan el rigor de su informe final.

Información facilitada por traficoayuda.es

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