Que haya objetos en medio de una carretera siempre es un mal asunto, porque si los coches chocan con ellos habrá accidentes, si frenan para evitarlos puede haber accidentes, si dan un volantazo para esquivarlos también es posible que se produzca un accidente… así que un maniquí en un circuito mientras se disputa una carrera es una situación bastante peliaguda.

Meter ‘maniquí’ y ‘circuito’ en la misma frase puede parecer algo raro y, definitivamente lo es, pero es precisamente lo que ha ocurrido en el Barber Motorsports Park, mientras que se celebraba el Gran Premio de Alabama de la IndyCar:

Como se puede ver en las imágenes, cuando la carrera iba por la vuelta 52 de las 90 totales (con el piloto español Alex Palou en cabeza), un maniquí se descolgó del puente que hay encima de una recta, quedando tapado por una de las vallas publicitarias desde el ángulo de la cámara, pero con los brazos extendidos y metiéndose ligeramente en pista.

Los comentaristas se preguntaban, con razón, si algo así sería suficiente para que los comisarios de pista levantaran la bandera amarilla y es que, como puede verse a continuación, los monoplazas pasaban prácticamente rozando las manos y un choque, por ligero que pueda parecer, a esas velocidades podía tener consecuencias graves.

De hecho, no se puso la bandera de inmediato y en una de las repeticiones se aprecia como claramente no es que pasen cerca del maniquí, es que algunos coches pasan rozándolo y uno directamente le arranca parte del brazo.

Por suerte no hubo que lamentar ningún accidente, pero sin duda se trata de una de las cosas más raras que se han visto en un circuito últimamente… y no deja de ser todavía más raro si tenemos en cuenta que el maniquí tiene nombre y es un habitual en el trazado.

Como lo leéis: se llama Georgina y está colocada ahí por el dueño del circuito, George W. Barber, que utiliza las instalaciones del trazado también para presentar obras de arte de todo tipo.

Georgina no es una obra de arte, si no que está ahí colocada siempre debajo del puente peatonal del que cayó. ¿El motivo? Suponemos que por hacer la gracia, ya que Barber habla de ella en tono jocoso.

Como declaró a IndyCar.com: “Ella es una gran fanática de IndyCar. Tenemos bastantes fans locos, pero siempre hay uno que hace algo un poco más loco y esa es Georgina”.

“A ella le gusta la vista desde el puente y ha decidido quedarse allí hasta que uno de estos conductores reduzca la velocidad lo suficiente como para que ella pueda descender directamente a la cabina con él. Es una dama sureña realmente atractiva”, explicaba.

Por curiosidad, tener al maniquí medio metido en la pista no fue suficiente para que hubiera bandera amarilla, pero poco después un conductor acabó chocando contra la valla en otro punto del circuito, momento que aprovechó el equipo para sacar de allí a Georgina.