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La increíble historia del Toyota Megacruiser

Toyota Megacruiser
El Hummer H1 nipón.

Si en la historia de Toyota hay que nombrar un todoterreno icónico ese es, sin duda, el Toyota Land Cruiser, uno de los pocos 4x4 atemporales (junto a Land Rover Defender y Mercedes Clase G) que lleva décadas a la venta y a llegado hasta nuestros días. Sin embargo, no es el único modelo de la firma japonesa con esta concepción y es que, a pesar de sus consagradas capacidades off-road, la compañía lanzó a finales de los noventa un modelo mucho más extremo: el Toyota Megacruiser.

Su nacimiento se debió al encargo de las Fuerzas Nacionales de Autodefensa de Japón, que pidió a Toyota un vehículo de corte militar en la línea del Humvee, versión militar del que luego fuera el Hummer H1 civil.

Prueba: Toyota Mega Cruiser BXD 10. El Hummer japonés

Es imposible no establecer, por tanto, paralelismos con este último, ya que en forma y concepción son muy similares. El Megacruiser era un modelo enorme, con una longitud de 5.090 mm, una anchura de 2.170 mm y una altura de 2.075 mm, así como con una distancia entre ejes de 3.395 mm. También era realmente pesado, marcando 2.850 kilos sobre la balanza.

Llama la atención que para tal mole la marca optara por usar un motor turbodiésel 4.1 de solo 155 CV, aunque su par máximo de 400 Nm le conseguía dar algo de brío. Solo se podía combinar con una caja de cambios automática de cuatro relaciones. A pesar de su elevado peso se desenvolvía con relativa soltura en carretera, gracias a montar un eje trasero direccional que podía girar hasta 12 grados, mejorando tanto su agilidad como su radio de giro.

Pero donde el Toyota Megacruiser destacaba era a la hora de salir del asfalto. Para empezar disponía de una altura libre al suelo de 420 mm, algo que se debía en parte a los grandes neumáticos de 37 pulgadas (que, gracias a un compresor a bordo podían hincharse o deshincharse con solo tocar un botón). Esto ayudaba a conseguir unos ángulos off-road muy capaces: el de ataque con 49 grados, el ventral de 33 y uno de salida de 45.

A esto se sumaban un sistema de tracción integral permanente a las cuatro ruedas, los tres diferenciales autoblocantes tipo Torsen, la caja de transferencia de dos velocidades, el chasis de largueros y travesaños o el sistema de suspensiones independientes.

Espectacular como pocos, en la actualidad el Toyota Megacruiser es toda una rara avis ya que durante su producción, que se alargó de 1996 a 2002, solo salieron de fábrica 149 unidades. Más común fue la variante militar, de la que se produjeron más de 3.000 ejemplares. Eso sí, dado que su objetivo principal era servir en Japón (tanto al ejército como a los cuerpos de emergencia), todas tienen el volante a la derecha.

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