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La increíble historia del Reliant Robin

Reliant Robin de 1977.

Rodrigo García Vita

Sin duda, uno de los peores coches jamás fabricados

Seguramente eran pocos los que conocían este coche antes del famoso capítulo de Top Gear, en el que Jeremy Clarkson se pasó más tiempo con el coche volcado que circulando sobre el asfalto. El Reliant Robin es un icono británico de la automoción, más bien debido a su peligrosidad y total ausencia de utilidad.

Se trató de un utilitario destinado a la ciudad y contó, sorprendentemente, con tres versiones a lo largo de 30 años de historia desde su nacimiento en 1973. Un vehículo con una carrocería de coche, tres ruedas (una delante y dos en el eje trasero) y un motor de 4 cilindros en línea y 850 cc conectado a una caja de cambios manual de 4 velocidades.

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Inicialmente, el bloque fue de 750 cc, pero pronto aumentó su tamaño para mejorar la aceleración. Algo que convirtió a este pequeñín en un peligro rodante cuya conducción era una odisea. Mantener un óptimo balance de pesos era digno de Takumi en Initial D, y seguramente ni siquiera él hubiese podido mantenerlo recto.

Su velocidad máxima era de 136 km/h (si es que alguien en su sano juicio quería llegar a esa cifra). Sus suspensiones eran blandas, el nivel de tracción era mínimo y la rueda delantera servía para absolutamente nada.

El término subviraje se queda corto con este coche compacto (extremadamente compacto quizá), ya que no hablamos de una dificultad de entrada en las curvas. Literalmente el Reliant Robin volcaba con solo girar levemente el volante.

En el mismo programa de Top Gear, los aficionados británicos al coche aseguraban que con un saco de cemento en el lugar del acompañante "se mejoraba la distribución de pesos" del vehículo. Todo un show.

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¿Y por qué llegó a vender tantas unidades en el norte de Reino Unido? Por motivos meramente sociales. Al tener solo tres ruedas y pesar menos de 450 kg, se consideró desde las autoridades que podía conducirse con un permiso B1 (de motocicletas), con los impuestos anuales adaptados a esta categoría.

El deprimido norte de UK, con una masa social dedicada en gran medida a la minería, vio una genial oportunidad de tener un pequeño coche con bajo consumo en el Reliant Robin. Con el tiempo, la popularidad del pequeño bólido aumentó debido a los entusiastas de toda Europa, y actualmente se considera un curioso unicornio.

Uno que es mejor tener en el salón de tu casa a modo de obra de museo si no quieres volcar y rodar calle abajo, que es lo más probable que ocurra según salgas por la puerta del garaje.