Hyundai i30 N Project C: más ligero, más radical

Los compactos de tintes deportivos tienen en el Hyundai i30 N un contendiente de cuidado desde su llegada. Los Volkswagen Golf GTI, Ford Focus ST y compañía tienen en el modelo asiático un rival de altura, especialmente en lo que a su variante de 275 CV se refiere. Hyundai ha logrado poner en liza un coche emocionante al que ahora dan una nueva vuelta de tuerca. ¿Cómo? Con el Hyundai i30 N Project C, una variante aún más extrema del vehículo.

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Tras presentarse en el Salón de Frankfurt de este año, la marca ha desvelado el precio del modelo. Nada menos que 51.350 euros, un precio muy premium que se acerca peligrosamente al de coches como el Mercedes-AMG A35 y que supera con creces al de un Seat León Cupra R, otra exclusiva versión. Hyundai sólo tiene previsto fabricar 600 unidades, así que si quieres una, tendrás que ser rápido.

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Lo primero que salta a la vista es que el Hyundai i30 N Project C es un coche más extremo si cabe. Eso se debe a los añadidos aerodinámicos que luce, como son un splitter frontal nuevo, un difusor trasero más extremo, un nuevo capó y faldones laterales. La fibra de carbono es protagonista en estas piezas, lo que ha contribuido a lograr un ahorro de 50 kilos de peso. De ellos, 22 son culpa de las llantas, forjadas de la marca OZ Racing y con 19 pulgadas de tamaño.

La personalidad deportiva que se palpa en el exterior de este compacto con malas pulgas se traslada al interior. La disposición de los elementos es la misma, pero la presencia de un volante forrado en Alcantara o de unos asientos que también ofrecen este material le delatan. Además aparece el color rojo a modo de contraste respecto al resto, que luce una tonalidad oscura que potencia la agresividad. Por ejemplo, los cinturones de seguridad vienen en este color. También merece comentario la palanca de cambios, cuyo pomo es totalmente metálico.

El comportamiento dinámico del Hyundai i30 N Project C se ve beneficiado por este ahorro de peso y por la presencia de unas suspensiones aún más firmes, lo que permite además acercar aún más la carrocería al suelo. Donde no hay cambios es en el motor, que de nuevo es el 2.0 T-GDi de 275 CV y 353 Nm. Imaginamos que las prestaciones del modelo convencional habrán mejorado por el menor peso del vehículo, pero la marca coreana no ha dicho nada al respecto. Asociado al propulsor, por cierto, tenemos un cambio manual de seis marchas, algo que contentará a los puristas que ya estén deseando ponerse al volante de esta nueva bestia.

Ya que hemos llegado hasta aquí, ¿quieres saber cuál es tu coche ideal?