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He probado el Volvo C40 Recharge, cuatro razones para comprarlo y una para pensarlo

Prueba Volvo C40 Recharge Twin

300 kilómetros de autonomía eléctrica real

Es imparable. La transición hacia los coches eléctricos es tendencia y, dentro de ella, algunas marcas viajan mucho más rápido que otras. En el tren de cabeza se colocan los suecos de Volvo, que ya anunciaron su plan para vender en 2030 solo automóviles propulsados por electricidad. Uno de los primeros pasos en esa estrategia es el Volvo C40, que he probado para encontrar cuatro razones para comprarlo y una para pensarlo.

Es un coche completamente nuevo, no se conforma con meter una propulsión eléctrica en una carrocería ya conocida. De hecho va un paso más allá y, con independencia de su motorización, quiere crear un subsegmento nuevo de SUV compactos con estética coupé. Desde luego, llama la atención por la calle y esa es la primera de las cuatro razones para comprarlo.

Mantiene las formas habituales de los interiores de Volvo
Mantiene las formas habituales de los interiores de Volvo

1. Diseño

Llama la atención por la calle y eso ya es una virtud en estos tiempos que corren donde todos los coches parecen iguales. El C40 siegue apostando en el frontal por la firma lumínica del martillo de Thor que caracteriza a los nuevos Volvo, pero alarga las luces LED y, sobre todo de noche o dentro de un garaje, su puesta en escena al abrir el coche desde fuera resulta espectacular.

Luego, visto desde el lateral, la forma coupé de la trasera le diferencia del resto de SUV compactos del mercado, sean eléctricos, híbridos o diésel. Una pronunciada caída del techo que no significa una pérdida de espacio en unas plazas traseras con suficiente altura para pasajeros de 1,80 metros. Eso si, en esa segunda fila, mejor que no viajen tres si no quieren pasar problemas de anchura. Un defecto: la luneta trasera es muy pequeña y limita la visibilidad por el retrovisor interior.

volvo c40 recharge 2022

2. Prestaciones

El motor eléctrico del C40 Recharge desarrolla una potencia máxima de 408 caballos que le permite acelerar de 0 a 100 km/h en 4,7 segundos. No solo destaco el capítulo de las prestaciones por este valor, si no también por la forma en que lo hace. Hundir el pedal derecho significa una sensación de catapulta, algo cada vez más habitual en estos coches eléctricos.

Se asocia a un cambio automático y dispone de tracción integral, lo que mejora su adherencia en pavimentos en mal estado. La transmisión funciona en sintonía con la suavidad del motor y reparte la potencia con calma, a no ser que hundas el pedal derecho y entren de golpe los 660 Nm de par. Eso sí, como ya es norma en los nuevos Volvo, la velocidad máxima se limita a 180 km/h.

volvo c40

3. Autonomía de verdad

Los suecos ( y el ordenador de viaje) dicen cuando recargas que la autonomía máxima es de 310 kilómetros y he comprobado que es un cifra auténtica. Es decir, con este C40 Recharge no ocurre como con otros modelos eléctricos, que prometen un determinado número de kilómetros de autonomía y luego la vida real reduce esa cifra.

De hecho, esta semana de pruebas ha coincido con plena ola de calor y temperaturas exteriores en la frontera de los 40 grados. Por ello he realizado las rutas con el climatizador activado a 22 grados y la demanda de electricidad era mayor. Por supuesto he manejado el acelerador con normalidad, incluso con alguna alegría en forma de pisotón. Y he alcanzado los 300 kilómetros de autonomía.

volvo c40

4. Confort

El mayor peso que conlleva tener que montar pesadas baterías en un coche eléctrico (en total, este C40 declara dos toneladas en la báscula) obliga a montar unos esquemas de suspensión más bondadosos. Eso repercute en un sensacional nivel de confort de marcha, con una gran capacidad para absorber las irregularidades del asfalto.

Otra cosa es si te animas a manejar con brío su volante en carreteras reviradas, donde manifiesta más oscilaciones de carrocería que, por ejemplo, su hermano Volvo XC40. En cambio, todos los pasajeros no solo alabarán el confort, sino también el nivel de insonorización y aislamiento que se respira en su habitáculo.

Y para pensarlo... el precio 

Sobre todo, cuando ves la primera vez lo que cuesta y te das cuenta de que supera los 50.000 euros con holgura. Es cierto que rivales directos como el Audi Q4 también se mueven en esas cifras, pero la tecnología eléctrica sigue siendo demasiado cara como para popularizarse entre el gran público.

Una vez que asumes lo que cuesta, lo que si está claro es que estamos ante un producto redondo y no solo por las formas coupé de su carrocería. El Volvo C40 es un SUV Coupé que llama la atención (mucho) por fuera y convence por dentro gracias al rendimiento de su motor, su nivel de tecnologia (la conectividad con google funciona de maravilla) y su nivel de comodidad.

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