La conducción nocturna implica mayores riesgos para la seguridad, precisamente, por la falta de iluminación. Tu coche puede estar equipado con unos buenos faros, pero aún así no son capaces de alumbrar todos y cada uno de los lugares que abarca nuestro campo de visión.

Por tanto, lo más recomendable es respetar los límites de velocidad, mantener la distancia de seguridad y extremar las precauciones. Sin embargo, hay elementos que escapan a nuestro control, siendo uno de los más peligrosos los deslumbramientos provocados por los faros mal regulados de otros vehículos.

En estos casos, poco podemos hacer, ya que es responsabilidad del conductor que el coche tenga los faros bien regulados en altura, lo que evitará posibles deslumbramientos y minimizará el riesgo de sufrir un accidente de tráfico.

Cómo ajustar correctamente los espejos retrovisores del coche para evitar puntos ciegos

Existe un botón del coche, muchas veces desconocido, que te puede ayudar a conducir por la noche

Por suerte, existe un botón del coche, muchas veces desconocido, que te puede ayudar a conducir por la noche y es especialmente eficaz para combatir los deslumbramientos que provocan algunos vehículos que circulan justo detrás con los faros regulados en una posición demasiado alta.

El botón en cuestión está ubicado en la base del espejo retrovisor interior. Si no lo encuentras a simple vista, desliza tu mano por la base del espejo y la encontrarás. Este botón es una pequeña palanca que, dependiendo del modelo, tiene un movimiento longitudinal o transversal. Basta con que intentes accionarla en una dirección u otra para encontrar cuál es su segunda posición.

Con este botón podrás activar la función antideslumbramiento del espejo retrovisor interior. Está diseñado para evitar que la luz de los faros del coche que circula detrás se refleje en los ojos del conductor, lo que puede provocar que se deslumbre.

Al accionarlo, el retrovisor cambia su posición para desviar ese reflejo lejos de la vista del conductor, aunque no varía la imagen que nos muestra en el espejo. Para volver a la posición original basta con accionar este pequeño interruptor de nuevo.

Lo único que apreciarás es que la imagen se ve ligeramente más oscura y que la luz del coche de atrás ya no te molesta. El efecto es muy similar a usar gafas de solo o llevar lunas tintadas en el coche, y es verdaderamente práctico cuando los faros del coche de atrás te están molestando.

En algunos coches, esta función es automática. El retrovisor incluye una fotocélula que reacción a la luz y oscurece automáticamente el espejo para evitar que te deslumbres.