Las diferencias entre coches clásicos y coches históricos

Aunque estemos en un momento en el que los coches eléctricos y las tecnologías más modernas acaparen toda la atención, son precisamente sus opuestos un tipo de vehículos que están despertando bastante interés entre los usuarios: los coches clásicos y los coches históricos, pero, ¿qué diferencias hay entre ellos?

A priori puede parecer que se trata simplemente de dos maneras de llamar a lo mismo, pero nada más lejos de la realidad. Cada uno de los dos tiene ciertas características específicas que los diferencian del otro.

Coches clásicos

Para que un coche sea considerado no basta con que sea antiguo o viejo. Sí que tiene que cumplir un requisito de antigüedad, pues tiene que tener más de 25 años, pero también tiene que cumplir otras condiciones.

Para empezar, su estado de conservación debe ser muy bueno, es decir, que su o sus dueños hayan tenido a bien cuidarlo y que se mantenga en condiciones óptimas. Además, es necesario que su dueño tenga otro vehículo más moderno para así asegurar (al menos sobre el papel), que es éste el que se utiliza en el día a día, y no el clásico.

Coches históricos

En el caso de los coches históricos las exigencias a cumplir son todavía mayores y más estrictas.

Por lo que respecta a la antigüedad, hasta 2017 se pedía solo que tuvieran 25 años, pero a partir de aquella fecha se modificó el número y tienen que tener al menos 30 años a sus espaldas.

También tienen que estar en buenas condiciones, pero además es necesario que, en la medida de los posible, no hayan recibido modificaciones a lo largo de su vida y que mantengan su formato original en sus características técnicas o componentes principales (motor, frenos, dirección, suspensión o carrocería).

Es necesario, además, que se trate de un automóvil que ya haya dejado de fabricarse. Como los clásicos, también tienen que ser matriculables para la calle y es necesario que su dueño tenga otro vehículo con el que se pueda mover en su día a día.

Además de los que cumplen estos requisitos, el BOE apunta otros dos casos en los que un coche puede ser catalogado como histórico.

El primero son “los que están incluidos en el Inventario General de Bienes Muebles del Patrimonio Histórico Español o declarados bienes de interés cultural y los que revistan un interés especial por haber pertenecido a alguna personalidad relevante o intervenido en algún acontecimiento de trascendencia histórica”.

El segundo los “llamados vehículos de colección, entendiéndose por tales los que, por sus características, singularidad, escasez manifiesta u otra circunstancia especial muy sobresaliente, merezcan acogerse al régimen de los vehículos históricos”.