Diego Vallejo y la labor del copiloto en el Dakar: “somos como el portero en el fútbol”

Muchas veces, por no decir la mayoría, los grandes honores y titulares en las victorias de rallys se las lleva el piloto, pero la labor de quien le acompaña en la derecha, el copiloto, es al menos tan importante como la de quien está a los mandos. Con Diego Vallejo, copiloto de Óscar Fuertes en el SsangYong Rexton DKR en el Dakar 2019, descubrimos la importante labor de un copiloto de rallys.

El gallego Diego Vallejo forma parte del equipo oficial de SsangYong en el Dakar, como copiloto de Óscar Fuertes. Vallejo afronta su cuarta participación en el Dakar en 2019 y por primera vez repetirá piloto. Junto a Óscar forma una dupla fuerte, competitiva, y que junto al nuevo SsangYong Rexton pueden marcarse objetivos cada vez más ambiciosos.

En el Dakar 2019 la labor del copiloto será especialmente importante, pues será una de las ediciones más difíciles de los 41 años de historia de la carrera. El recorrido de la prueba será mayoritariamente de arena, 300 km diarios se completarán en este tipo de terreno, donde la navegación y las indicaciones del copiloto son cruciales.

“Creo que va a ser un Dakar muy duro, por la cantidad de kilómetros que vamos a hacer en arena con una media de 300 kilómetros al día, más que nunca en el Dakar. Tantas etapas sobre arena harán que la carrera sea muy lenta. Además, la navegación va a ser un factor clave, ya que sabemos que gran parte del recorrido va a transcurrir por el desierto”, declara Vallejo.

Las dunas y el ‘fesh-fesh’ serán algunas de las palabras más repetidas durante el inicio del Dakar. El reto asusta, no hay duda, pero Vallejo asegura que el Rexton es todo un seguro en este tipo de terreno: el año pasado el comportamiento del Tivoli, base de la que evoluciona el coche de 2019, fue fantástico en la arena.

¿Cómo ver el Dakar 2019?

El Dakar del copiloto: mapas, roadbook e interminables horas de trabajo

Cuando Diego Vallejo comience el Dakar 2019 llevará participando en el raid más duro del mundo cuatro años, una experiencia más que reseñable. En rallys, Vallejo es uno de los apellidos legendarios del motorsport en nuestro país, tanto por la impecable labor de Diego como la de su hermano Sergio, copiloto. Diego acumula 385 participaciones en rallys como copiloto desde 1989 y su dilatada trayectoria es todo un seguro para su piloto, Óscar Fuertes, con el que guarda una fantástica relación. 

La preparación para el Dakar es especialmente complicada. Antes de llegar al lugar donde se celebra la prueba, en este caso Perú, apenas se conoce los lugares en los que se situarán los campamentos y escasamente el lugar donde se celebrará la carrera. Los copilotos se basan en su experiencia en el terreno (el año pasado la primera semana de carrera se celebró en Perú) y en mapas para prepararse para la carrera.

Más allá de eso, la “pretemporada” se basa en la preparación física y test en lugares parecidos a los que se encontrarán en el Dakar. Vallejo y Fuertes, por ejemplo, han completado seis largas jornadas de test en Dubái.

Ya en carrera, los copilotos reciben – antes de cada jornada – el roadbook (libro de ruta) en el que se marca el rumbo que han de seguir los participantes para ir validando cada punto de paso, así como referencias, peligros… “Es importante leerlo bien y ver con atención los avisos que da la organización”, admite Vallejo.

El gallego, como el resto de copilotos, al llegar cada día a meta se encarga de coger el “roadbook” y analizarlo para preparar la siguiente jornada. Esto implica que casi siempre se vaya a dormir de madrugada. Hay que elegir entre dormir y llegar descansado al siguiente día o acostarse a altas horas de la noche para comenzar el día siguiente con el recorrido bien analizado.

¿Está la labor del copiloto poco agradecida?

Aunque Diego admite que no es su caso y que tanto Óscar como todo el equipo SsangYong le agradecen una y otra vez su labor (confiesa que a veces piensa que demasiado), el experimentado copiloto compara la situación de los copilotos con la de los porteros de fútbol: no ganan, pero sí los pueden perder.

“No ganamos los partidos, pero podemos perderlos. Siempre estamos un poco en la sombra. Y al final un buen piloto con un mal copiloto no es capaz de ganar, y al revés pasa lo mismo. Por muy buen copiloto que sea, si no tengo un buen piloto no vamos a ir a ningún lado. Es una labor de equipo”, reconoce.
En cuanto a su fantástica carrera deportiva, este lucense nacido en Meira en 1973 que ha competido con pilotos como Albert Llovera, Dani Sordo o Rubén Gracia entre otros, asegura haber cumplido un sueño corriendo el Dakar.

 “He conseguido mucho más de lo que hubiese soñado de pequeño”, admite el copiloto, que cuenta en su palmarés con tres títulos nacionales, dos de rallys de asfalto y uno de todoterreno. “En mi pueblo, de pequeño, jugaba con la bicicleta soñando que estaba corriendo en el Dakar. He estado ya tres veces y voy camino de la cuarta. Es algo que sueñas pero que nunca piensas que te va a pasar. Siempre he tenido compañeros excelentes al volante, lo que hace mi labor mucho más fácil”.

¿El objetivo para este año? El mismo que el que tiene todo el equipo SsangYong en mente: cruzar la línea de meta y mejorar el resultado del año pasado.

Imagen: SsangYong Motorsport