El coche más famoso de la semana no tiene etiqueta de la DGT, pero sí podría entrar al centro de Madrid

Borja Iglesias, el futbolista gallego del Real Betis, ha sido protagonista esta semana por aparecer en el entrenamiento de su equipo con un coche muy curioso. El vehículo se aleja de cualquier otro coche que podría conducir un futbolista profesional, a los que generalmente se les reservan los mejores deportivos del mercado o, directamente, conducen coches de la marca que patrocina al club.

Este es el caso, por ejemplo, de los jugadores del Real Madrid, que conducen coches eléctricos e híbridos enchufables de BMW. También pasa en el FC Barcelona, cuyo patrocinador es Cupra; y en el Atlético de Madrid, que tienen un acuerdo con Hyundai.

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Sin embargo, el delantero del Real Betis Balompié decidió aparcar el coche con el que acude al entrenamiento para conducir un clásico de la cultura popular española, un humilde Seat Panda de color azul.

Varios medios de comunicación, así como los que estaban presentes en las inmediaciones del estadio, pudieron presenciar y grabar a Borja Iglesias a los mandos del Panda.

Aunque puedas pensar el futbolista ha decidido probar suerte con los coches clásicos, en realidad todo esto forma parte de una campaña de marketing, ya que Borja Iglesias es imagen de Sixt, la compañía de rent a car alemana.

Juntos lanzaron una campaña de publicidad hace unos meses donde se podía ver a Borja Iglesias en un Seat Panda junto a un panda. De hecho, el eslogan de la campaña fue precisamente este ingenioso juego de palabras: “El ‘Panda’ en un ‘Panda’ con su panda y un panda”.

Para entender mejor el motivo de este juego de palabras y que Sixt eligiera al futbolista como imagen de su campaña de marketing conviene saber que Borja Iglesias es conocido como el apodo “Panda”.

El Seat Panda que condujo Borja Iglesias al entrenamiento del Real Betis Balompié es un clásico que se estuvo a la venta desde 1980 hasta 1986, año en el que Volkswagen adquiere la compañía española y Seat deja de vender el Panda con esta denominación. Es entonces cuando el modelo pasa a conocerse como Seat Marbella hasta su definitiva final en 1988.

Esto convierte el Seat Panda en un vehículo que, por supuesto, no tiene etiqueta ambiental de la DGT, pero que sí podría entrar al centro de Madrid o de cualquier otra gran ciudad con Zona de Bajas Emisiones (ZBE) si está matriculado como coche histórico, ya que supera los 30 años de antigüedad.