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Alarga la vida del turbo de tu coche: 5 vicios que tienes que eliminar ya mismo

turbo

En este artículo te mostramos los 5 vicios que tienes que eliminar ya mismo de tu rutina al volante si quieres alargar la vida del turbo de tu coche.

Los motores con turbo son cada vez más frecuentes en la industria del automóvil. Este tipo de mecánicas se han vuelto populares por su excelente relación entre potencia y consumo, y por fomentar el downsizing (motores de menor cilindrada, pero sobrealimentados) para reducir las emisiones contaminantes.

Sin embargo, muchos conductores se han puesto al volante de un coche con turbo por primera vez y es probable que desconozcan algunas de las costumbres que acaban dañando este componente. Por eso, en este artículo queremos mostrarte 5 vicios que tienes que eliminar ya mismo para alargar la vida del turbo de tu coche.

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Alarga la vida del turbo de tu coche: 5 vicios que tienes que eliminar ya mismo

Tras el arranque, espera un minuto al ralentí

En los motores con turbo es recomendable esperar al menos un minuto al ralentí cuando arrancas el motor, especialmente si el arranque se produce en frío. Al darle un poco de tiempo, el aceite puede llegar a los diferentes componentes del motor, incluyendo el turbo, que necesita lubricación para no provocar daños por fricción.

Si nada más arrancar inicias la marcha, el turbo pude sufrir daños por rozamiento en diferentes zonas, como el eje de la turbina. Esta es una avería que aparece con la acumulación de kilómetros, pero que es perfectamente evitable con un poco de paciencia.

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Arranca sin pisar el acelerador

Algo parecido sucede si, al arrancar, pisamos el pedal del acelerador. Esto es más frecuente en conductores que en el pasado han manejado vehículos con carburadores que necesitaban algo de gas para ponerse en marcha. Sin embargo, con la inyección electrónica, pisar el acelerador para arrancar ya no es necesario.

Por el contrario, si lo haces frecuentemente, someterás al motor y al turbo a un esfuerzo añadido que no necesitan, especialmente en frío y cuando muchos de los componentes deben moverse a mayor régimen de revoluciones sin apenas lubricación. Si es recomendable, por el contrario, pisar el embrague para arrancar (en algunos coches es obligatorio), así evitas trabajar de más al motor de arranque.

Evita los acelerones en frío

Los acelerones en frío son igual de perjudiciales que pisar el acelerador al arrancar. Ten en cuenta que, además de por cuestiones de lubricación, los motores de combustión necesitan ganar temperatura para mejorar sus prestaciones, el consumo y la gestión de las partículas contaminantes.

Si acabas de arrancar el coche y el motor aún está frío, te recomendamos realizar los cambios de marcha a 2.000 rpm y conducir con suavidad, sin exigirle al motor para que acelere. Esto permitirá que el propulsor alcance la temperatura de trabajo óptima sin sufrir desgastes excesivos por falta de lubricación.

Respeta el régimen de revoluciones

Tan importante para preservar un turbo es no pasarse de revoluciones (no llegar al corte de inyección regularmente), como no forzar el motor a muy bajas revoluciones, ya que las piezas internas estarán sometidas a mucha carga.

Por eso, es recomendable (siempre con el motor a temperatura de trabajo) jugar con la transmisión para circular siempre a un régimen de revoluciones donde el turbo funcione de manera óptima. Evalúa a qué régimen se encuentra mejor el motor y trata de hacer los cambios de marcha a esas revoluciones.

Fase de reposo y refrigeración

Por último, el quinto vicio que tienes que eliminar para alargar la vida útil del turbo de tu coche es la de no respetar la fase de reposo y refrigeración. Tras acumular varios kilómetros de viaje, o incluso si has salido a carretera, es aconsejable dejar el motor prendido durante al menos un minuto a ralentí para que turbo repose y pueda refrigerarse.

De este modo, permitirás que al aceite que lo lubrica siga circulando y no se detenga al parar el motor, cuando está a una gran temperatura. Y no siempre tendrás que esperar tras cada trayecto, ya que, por ejemplo, si realizas maniobras para aparcar, estarás descontando tiempo y permitiendo que el turbo se refrigere.

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