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7 razones por las que 2035 es demasiado pronto para prohibir el coche de combustión en Europa

Europa paraliza, sin fecha, la prohibición de vender coches diésel y gasolina en 2035

Parece que la obligación del coche eléctrico a partir de 2035 encuentra los primeros obstáculos en Europa. Aquí te damos varias razones por las que es demasiado pronto prohibir el coche de combustión en 2035. 

Muy poco tiempo han tardado los primeros países en mostrar sus discrepancias acerca de la imposición del coche eléctrico a partir de 2035. Nada menos que Alemania, además de Italia, ya empiezan a dudar sobre la viabilidad de esta medida. Nosotros hoy te damos siete razones por las que 2035 es demasiado pronto para prohibir el coche de combustión en Europa.

Lo primero que conviene subrayar es que aquí no se trata de estar a favor o en contra del coche eléctrico. Vivimos en un mundo tremendamente polarizado, en el que la realidad queda completamente distorsionada, gracias también al uso de las redes sociales. 

Una polarización que convierte a los ciudadanos en militantes de un bando imaginario, que solo existe en las gentes que dirigen nuestros destinos, ya sea en un país o en Bruselas.

En los próximos años, la movilidad va a sufrir una importante transformación. La Unión Europea y otras regiones del mundo, como Estados Unidos, se han marcado el objetivo de descarbonizar la economía, a través de medidas transformadoras que impulsen el uso de las energías renovables. Y un factor importante en la economía es el transporte.

 

En este sentido, Europa ha sido la primera en prohibir el coche de combustión en 2035, es decir, dentro de sólo 12 años solo se venderán vehículos eléctricos u otras alternativas cero emisiones. A pesar de que el impacto de Europa en las emisiones globales de CO2 es mínimo. 

La propuesta, presentada por la Comisión Europea, fue aprobada hace algunas semanas por el Parlamento Europeo y faltaba la ratificación del Consejo, es decir, de los 27 estados miembros. Sin embargo, algunos países ya se han mostrado contrarios, entre ellos, Alemania, Italia, Hungría y Polonia. 

Esta aprobación debía hacer hoy, 7 de marzo, sin embargo, la Unión Europea ha decidido paralizar, sine die, el último trámite que debe superar el veto europeo a los coches diésel y de gasolina.

¿Por qué es demasiado pronto para prohibir el coche de combustión en Europa? El problema no es la autonomía 

Europa paraliza, sin fecha, la prohibición de vender coches diésel y gasolina en 2035

Hay quienes piensan que 2035 es un margen de tiempo insuficiente para que el coche eléctrico esté completamente desarrollado y pueda cubrir las necesidades de movilidad tal y como lo hace actualmente un coche de combustión. 

Los coches eléctricos actuales tienen tres problemas, principalmente: la autonomía reducida, la escasez de puntos de recarga y el coste elevado. De aquí a 2035 es probable que exista una tecnología que mejore los rangos de autonomía. 

Pensemos que el gran avance del vehículo eléctrico se ha producido en los últimos cinco o seis años. Hasta entonces, solo Tesla ofrecía coches que pudieran recorrer una distancia considerable con una sola recarga. Hoy podemos encontrar en el mercado numerosos modelos con unos 400 kilómetros de autonomía en condiciones reales (y más).

Así que es de esperar que en 12 años y al ritmo que avanza la tecnología, existan coches con baterías que nos permitan cubrir mayores distancias sin problemas. Igualmente, se espera que exista una mayor red de puntos de carga. Por tanto, esto no debería ser un problema.

Falta de infraestructuras

Europa paraliza, sin fecha, la prohibición de vender coches diésel y gasolina en 2035

No debería ser un problema, pero lo decimos en condicional, porque, desgraciadamente, el coche eléctrico exige una potente inversión en infraestructuras que, por ejemplo, España no ha realizado todavía. Y nos va a costar mucho coger el ritmo de otros países del norte de Europa.

Pero ya no solo requiere un esfuerzo en infraestructuras, sino también transformar por completo toda la industria del automóvil y otros sectores que la rodean. Una industria que representa una parte muy importante del PIB en muchos países europeos (en España el 10%).

Pensemos, por ejemplo: la construcción de un coche con motor de combustión requiere de cientos de miles de componentes, muchos de ellos fabricados por otras empresas (discos de frenos, amortiguadores, bujías y un largo etcétera). Abandonar esto pone en peligro muchos puestos de trabajo que habría que “recolocar” de aquí a 2035. 

El coche eléctrico es caro y seguirá siéndolo

Europa paraliza, sin fecha, la prohibición de vender coches diésel y gasolina en 2035

Otro motivo por el que 2035 es demasiado pronto para prohibir el coche de combustión es que el vehículo eléctrico es muy caro y seguirá siéndolo en los próximos años. Llevamos tiempo escuchando que, poco a poco, irán bajando los precios, pero no será así. 

Los coches eléctricos son más simples que los convencionales, al carecer de complejos motores de combustión. Pero son más caros debido a las baterías y, más concretamente, a los materiales que se utilizan para fabricarlas, como el litio y tierras raras

No se espera que vaya a bajar el precio de estas materias primas en los próximos años. De hecho, algunos expertos señalan que a finales de esta década podría haber escasez de litio, lo que incrementaría su precio. 

A esto hay que añadir otro factor importante: China tiene casi el monopolio de la fabricación de baterías, otro inconveniente para Europa.

La realidad, triste, del coche eléctrico es que solo se lo podrán permitir las personas con alto poder adquisitivo

No es bueno para Europa

Europa paraliza, sin fecha, la prohibición de vender coches diésel y gasolina en 2035

La Unión Europea quiere imponer el coche eléctrico, una imposición que obedece más a cuestiones políticas que a una verdadera preocupación por el medioambiente. Pero, con esta decisión, se está dando un tiro en el pie.

La razón es muy sencilla: en Europa nació el motor de combustión al calor de la segunda revolución industrial, en la segunda mitad del siglo XIX. Y los mejores motores de combustión son, históricamente, europeos.

La UE pretende cambiar una tecnología en la que es líder mundial por otra nueva, el motor eléctrico, donde no somos los mejores. Y aquí podríamos vernos superados por países como China. 

Es inútil ponerse objetivos a largo plazo

Europa paraliza, sin fecha, la prohibición de vender coches diésel y gasolina en 2035

Europa se ha marcado objetivos de carácter climático muy ambiciosos a largo plazo, con el objetivo de reducir las emisiones de CO2. Estos objetivos están integrados en el paquete llamado ‘Fit for 55’. 

La idea es reducir las emisiones en un 55% en 2030 y, ya en 2050, alcanzar la neutralidad en carbono. Sin embargo, ponerse objetivos a tan largo plazo no tiene mucho sentido en un mundo tan cambiante

Por ejemplo, no sabemos que consecuencias tendrá la actual guerra entre Rusia y Ucrania, un conflicto que tiene toda la pinta de que se prolongará en tiempo, desgraciadamente. 

No se puede imponer 

Europa paraliza, sin fecha, la prohibición de vender coches diésel y gasolina en 2035

Como decíamos antes, el coche eléctrico es una solución muy buena, que tiene sus puntos positivos y negativos, como todo. 

Pero también es una imposición puramente política que obedece a una serie de intereses. Y aquí está el problema: no se debe imponer, al menos en 2035. Quizá sí más adelante.

Pero, en 2035, la gran mayoría de los usuarios conducirán todavía coches de combustión. Sobre todo, por una sencilla razón: serán más accesibles

Si se termina imponiendo el coche eléctrico en 2035, Europa corre el riesgo de tener un parque móvil muy envejecido en el futuro, sobre todo, en los países meridionales, como España.

¿Qué hay detrás del coche eléctrico?

Europa paraliza, sin fecha, la prohibición de vender coches diésel y gasolina en 2035

Por último, hay algo que debemos preguntarnos acerca del coche eléctrico y es: ¿qué hay detrás? Y no nos referimos a teorías de la conspiración. 

A través de la llamada Agenda 2030, se quiere cambiar por completo la manera de vivir de los ciudadanos. Por ejemplo, en los últimos días se está hablando mucho de las ciudades de 15 minutos y ciudades inteligentes.

Proyectos supuestamente para mejorar la sostenibilidad y reducir las emisiones pero que, en realidad, ocultan otro tipo de intenciones, como no utilizar el vehículo privado. Es decir, se quiere acabar con el coche privado o, dicho de otro modo, con el vehículo en propiedad y utilizar otras fórmulas, como el alquiler o el uso por horas. 

Etiquetas: gasolina, Diésel

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