5 motores de gasolina que pasaron a la Historia

Elegir el mejor motor de la Historia es una misión imposible. Hay tantos candidatos que, por un motivo u otro, se merecen estar entre los mejores propulsores que se han construido en el último siglo. Sin embargo, hoy te voy a mostrar los que, para mí, son los 5 motores de gasolina que han pasado a la Historia por sus características técnicas.

Antes de que hablemos de estas mecánicas, debo reconocer que son muchos otros los que habría incluido en la lista y he dejado fuera porque estos son los mejores. Lo cierto es que casi todos los fabricantes tienen al menos una mecánica representativa por la que son reconocidos sus coches mundialmente, pero en este artículo solo vamos a hablar de 5 motores.

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BMW S85B50

El primero de la lista no es otro que el motor S85B50 de BMW. Si lo tuyo no son los códigos, te diré que esta es la mecánica encargada de propulsar al BMW M5 E60/E61 y al BMW M6 E63/E64. No es otro que el icónico bloque V10 de aspiración natural de 5.0 litros derivado de los Williams de Fórmula 1.

Este motor llegó al M5 en 2004 con una potencia de 507 CV que desarrollaba a 7.750 rpm, así como un par motor de 520 Nm. En Europa solo lo conocimos con un cambio automático SMG III de siete velocidades, pero en Estados Unidos lo pudieron disfrutar también con un cambio manual de seis relaciones.

El motor S85B50 de BMW se caracteriza por sus prestaciones, que permitía al M5 E60 de 1,8 toneladas pasar de 0 a 100 km/h en 4,7 segundos a la vez que alcanzaba una velocidad máxima limitada electrónicamente a 250 km/h, y su espectacular sonido, que recuerda a un Fórmula 1. Además, este motor sirvió para que BMW pudiera desarrollar el V8 S62 de 4.0 litros del BMW M3 E90/E92/E93.

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Toyota 2JZ-GTE

Otro de los motores de gasolina que han pasado a la historia es el 2JZ-GTE de Toyota. Esta mecánica de seis cilindros en línea y 3.0 litros es la encargada de impulsar al Toyota Supra, la cuarta generación (A80) del deportivo japonés. El 2JZ estuvo disponible en varias versiones, pero el GTE es el más radical y potente de todos.

Con una potencia de 320 CV y un par motor de 450 Nm, el motor Toyota del Supra A80 es un bloque con dos turbos secuenciales, un bloque de hierro fundido y un cigüeñal forjado que lo convierte en la base perfecta para los amantes de las preparaciones, ya que es capaz de alcanzar los 2.000 CV de potencia.

Mazda 13B

Por su concepto de genialidad y por ser diferente a cualquier otro motor que se conozca, el propulsor 13B de Mazda es una obra de arte muy exclusiva. Se trata de un motor Wankel sin cilindros ni pistones, por lo que tenemos dos cámaras de combustión de 654 centímetros cúbicos (1.3 litros en total) con dos rotores en su interior.

El motor rotativo 13B de Mazda (que es uno de los diferentes propulsores que creó el fabricante japonés), estuvo en activo desde 1974 hasta 2002 y el modelo más famoso que lo equipó fue el Mazda RX-7. Destaca por su particular sonido y por sus prestaciones, ya que de un motor con apenas 1.3 litros, se podía llegar a los 280 CV que producía el RX-7 FD con la versión 13B-REW del motor rotativo.

Lamborghini V12

Otro de los motores que por derecho propio debe estar entre los mejores de la Historia es el bloque V12 de Lamborghini. La firma de Sant’Agata Bolognese solo ha desarrollado dos mecánicas de doce cilindros en V en estos últimos 60 años y el primero de ellos, el creado por Giotto Bizzarrini es el más interesante (el segundo debutó en el Lamborghini Aventador).

Este primer V12 se lanzó en 1963 con el Lamborghini 350 GT. Inicialmente tenía 3.5 litros de capacidad y con el paso de los años fue aumentado la cilindrada y la potencia. Es, en esencia, el mismo motor que impulsó a otras leyendas de Lamborghini como el Miura, el Countach o el Diablo.

En el Lamborghini Murciélago alcanzó su máxima expresión. En 2001, con la llegada del Murciélago, este V12 ya ofrecía 6.2 litros y 580 CV de potencia. Sería en 2009, con el Murciélago SuperVeloce, cuando llegó a su punto álgido. Ya ofrecía 6.5 litros de cilindrada y 670 CV de potencia en un motor que, por entonces, tenía 46 años.

Nissan RB26DETT

Cerrando la lista tenemos a otra de las leyendas japonesas, el motor Nissan RB26DETT. Los más entendidos habrán reconocido rápidamente esta mecánica, pero para los que no lo conozcan: es el motor del Nissan Skyline GT-R de las generaciones R32, R33 y R34. 

También es conocido como la alternativa al 2JZ-GTE de Toyota y, juntos, representan la máxima expresión de la ingeniería del Japón de los ’80 y ’90. El RB26DETT es una mecánica de seis cilindros en línea y 2.6 litros con turbos gemelos que, de fábrica, desarrollaba 280 CV de potencia (aunque en realidad generaba algo más de 320 CV).

Con este motor, Nissan conquistó los circuitos de carreras y al público en general. Unido, además, a un cambio manual y a un avanzado sistema de tracción a las cuatro ruedas, el RB26DETT convertía al Skyline GT-R en el rival más temido de cualquiera otro deportivo de la época y características similares.

ES: combustión, cilindros, turbo, coche